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La amistad entre Buñuel, Lorca y Dalí se lleva al teatro

El mismo lugar donde se fraguó gran parte de la intelectualidad del primer tercio de siglo, la Residencia de Estudiantes de Madrid, fue el escenario del nacimiento de una rica y fructífera amistad mientras duró (Buñuel y Dalí acabaron sin hablarse) entre tres genios: Buñuel, Lorca y Dalí. Esos primeros años locos que estuvieron juntos son el argumento de la obra teatral Buñuel, Lorca y Dalí, que se estrena hoy en Madrid, con la Compañía de Teatro del Temple, dirigida por Carlos Martín."La afinidad que da la procedencia" (Martín es aragonés, al igual que el autor de los textos, Alfonso Plou) le ha llevado al director a elegir al cineasta de Calanda (Teruel) como narrador de esa amistad alimentada de surrealismo, libertad creativa y también muchas juergas. Los residentes se dividían en dos grupos, los vegetarianos y los alcohólicos, y a este último grupo pertenecían ellos.

Sus juegos estrafalarios en la época de la Residencia, los veranos en Cadaqués, la guerra civil y el fusilamiento de Lorca; las actividades de Buñuel en favor de la República, su paso por el MOMA en Nueva York y su triunfo tardío son los ingredientes de esta obra basada en el libro Buñuel, Lorca y Dalí. El enigma sin fin, de Agustín Sánchez Vidal.

La representación escénica mezcla un planteamiento clásico (planteamiento, nudo y desenlace) contada de forma onírica y surrealista. "Tiene influencia cinematográfica. Es una obra muy simbólica y su imaginería tiene que ver más con el lenguaje del cine que con el teatral en su sentido naturalista", indicó el director, Carlos Martín, que dirigió, entre otras, las obras Goya y ¿Qué coño es el hombre?

Santiago Meléndez interpreta al contradictorio Buñuel. "Es el personaje menos conocido de todos y eso siempre es un reto. Admiraba a Lorca en el plano personal, pero no le gustaba nada su vena popular. Y fue muy amigo de Dalí hasta que irrumpió Gala, que les distanció a todos", contó ayer Meléndez en la presentación de la obra teatral. Balbino Lacosta (apoyado en su gran parecido físico con el pintor de Cadaqués) interpreta a un Dalí "timido, introvertido, más puro, incluso ingenuo, de aquellos años jóvenes", apuntó el actor. Francisco Fraguas interpreta a Lorca. Siete actores se reparten los más de 20 personajes que desfilan por la obra, entre otros Franco, el papa Pío XII y Catherine Deneuve.

Buñuel, Lorca y Dalí se representa en el teatro Bellas Artes de Madrid (Marqués de Riera, 2) hasta el 25 de junio. Luego viajará a los festivales de teatro de Palma del Río (Córdoba) y San Sebastián. Ya ha sido representada en Zaragoza y Barcelona.

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