Unos 7.000 productores de almendra dejan de recibir ayudas europeas este año

El almendro es un frutal que se cultiva en zonas deprimidas de Almería, Granada y Málaga. Hasta ahora, las ayudas comunitarias han mantenido las rentas de los agricultores dentro de niveles bajos, aunque suficientes para hacer viables las explotaciones. Sin embargo, la situación puede cambiar a lo largo del año porque la mitad de los 14.000 productores andaluces dejará de percibir las subvenciones que venía recibiendo desde 1989. La Unión Europea ha confirmado que no se prorrogarán las ayudas para planes de mejora.

La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) ha anunciado que va a organizar movilizaciones para defender "con uñas y dientes" explotaciones generalmente familiares que si no cuentan con fondos comunitarios están "condenadas a desaparecer". Los otros 7.000 productores tampoco están a salvo: dejarán de recibir las subvenciones en el período 2001-2006. Aunque la UPA reclamaba ayudas a la renta por hectárea hasta 2006, el Ministerio de Agricultura propuso a la UE, la prórroga de los planes de mejora hasta 2003, año en que debe negociarse una nueva OCM de frutas y hortalizas. Pero el comisario Franz Fischler rechazó las dos fórmulas y confirmó que no hay fondos para el sector. "El Ministerio no ha defendido a los productores de frutos secos. La mayoría de los agricultores a los que se les termina los planes de mejora va a tener que dejar de cultivar", protestó Francisca Iglesias, portavoz de la organización agraria.

El almendro es el cuarto frutal en importancia en Andalucía, después de los cítricos, el melocotón y la uva de mesa; genera siete millones de jornales al año en la comunidad y es un cultivo anclado en zonas deprimidas. "En estas áreas, supone más del 30% de la renta de los agricultores; la pérdida de las ayudas generará desequilibrios económicos en las zonas productoras", advirtió Iglesias.

Según la UPA, el problema es que al ser un cultivo casi exclusivo de España, en Bruselas no se tiene muy en cuenta a la hora de prever subvenciones. De las 700.000 hectáreas de frutos secos que hay en la Unión Europea, 544.000 corresponden a almendros españoles y dentro del territorio nacional, las explotaciones andaluzas aportan más del 60% de la producción, con una media de 46.000 toneladas anuales.

La UPA reclama apoyo para las explotaciones ya que debido a la pobreza del suelo, las heladas y la sequía no pueden subir la productividad más allá de 300 kilos por hectárea. Frente a estos rendimientos, las producciones de California (Estados Unidos) alcanzan 1.800 kilos por hectárea. Iglesias explicó que las subvenciones para mejoras que se pusieron en marcha hace diez años justamente apuntaban a hacer competitivo el sector. "Esos planes han sido positivos, pero ya no se va a conseguir más producción. Ahora hay que garantizar unas rentas mínimas para asegurar la continuidad de las explotaciones", insistió. En la última década, las ayudas comunitarias han sumado 22.000 millones para toda la comunidad, a razón de 34.000 pesetas por hectárea y año. La organización agraria -que ha convocado un encuentro a fin de mayo en Almería para analizar la situación del sector- no descarta movilizaciones en las zonas productoras para que las administraciones atiendan sus reivindicaciones.