Asesinada en La Habana una joven actriz que actuó en 'Guantanamera'

El rumor llevaba varios días en la calle. La joven cubana Susy Pérez, de 14 años, famosa por el pequeño papel que realizó en la película Guantanamera, en la que interpretó a la muerte, había sido asesinada y descuartizada por su propia madre. La bola' que se extendió por La Habana de boca en boca a falta de secciones de sucesos en la prensa oficial, finalmente resulto ser cierta. "Susy esta muerta", confirmó ayer la familia.Al parecer, el hecho fue descubierto el sábado pasado, pero todavía se ignoran los detalles del asesinato. Ni siquiera está confirmado oficialmente que el crimen haya sido cometido por su propia madre, Sara Malberti, una actriz de la televisión y radio, conocida por su participación en diversos programas infantiles.

Lo único que se sabe a ciencia cierta es que Sara, de 54 años, fue detenida y se encuentra ingresada en el Hospital Psiquiátrico de La Habana. Su hermana Iraida Malberti declaró ayer que Sara tiene antecedentes psiquiátricos y que en el pasado fue ingresada un par de veces por problemas de nervios. Pero, según Iraida, ella adoraba a su hija y jamás la maltrató.

Susy es recordada en Cuba como la intérprete del personaje de la muerte en Guantanamera, la última que dirigió el cineasta Tomás Gutiérrez Alea, en 1995, quién falleció poco después víctima de un cáncer. La niña tenía 9 años cuando hizo la película. En ella aparecía vestida de negro y peinada con largos tirabuzones y durante una de las escenas bailaba a las puertas de un cementerio.

Los rumores sobre la muerte de Susy llevaban varios días en la calle. Se decía que su madre la había matado y descuartizado, y que durante varios días guardó en su casa los restos de la niña. La historia, exagerada a cada minuto por la imaginación popular, causó verdadera conmoción en medios artísticos y cinematográficos.

La policía mantiene una absoluta reserva sobre el suceso y la familia de Sara, sin negar que el crimen puede haber sido cometido por la madre, se muestra indignada por los bulos populares. "Lo que más me golpea es que se den noticias que afirman algo que está por probar y que afecta a toda la familia, sobre todo porque las investigaciones sobre el caso no han terminado", dijo ayer Iraida Malberti a EFE.