La legislación española resulta más difícil que la de EE UU para sacar adelante las demandas Sólo uno de los juicios fallados en la Unión Europea ha sido favorable a los fumadores
La única sentencia que se ha fallado en España por una demanda contra el Grupo Altadis (la multinacional formada por la fusión de Tabacalera y la francesa Seita) ha sido favorable a la compañía. Tampoco los fumadores que han presentado demandas en otros países de la UE han tenido más suerte, con la excepción del caso de Richard Gourlain, cuyo cáncer -que le llevó a la muerte en 1999- sí es responsabilidad en parte de Seita, según un tribunal francés. El Grupo Altadis señala en un informe que el sistema judicial español hace más difícil que prosperen estas demandas que en EEUU.
El informe de Altadis, encargado a la consultora Morgan Stanley Dean Witter, señala que "el riesgo para las tabacaleras europeas no será como el de EE UU". El estudio destaca que "sólo en un caso" un tribunal ha dado la razón al querellante. En Finlandia en 1992, Italia (1997), Gran Bretaña (1998) y Alemania este año no han encontrado culpables a las tabacaleras.La principal diferencia entre las legislaciones española y estadounidense está en que en España los pleitos los resuelven jueces, y en EEUU la decisión la toman jurados populares, "poco propensos a identificarse con los empresarios demandados", según el informe. Gustavo López Muñoz, abogado de la Fundación pro Pacientes Cristina, está de acuerdo: "El jurado se ve reflejado en los consumidores", declara, mientras que los jueces "tienden a ser más rigoristas". Por eso en España es "doblemente difícil que prosperen las demandas, aunque la Ley General de Defensa de los Consumidores y Usuarios es suficiente para cubrir este tema".
También es diferente la fuerza de la unión de los demandantes. En EEUU un abogado puede defender colectivamente los intereses de un número indeterminado de personas. Para él esto es beneficioso porque cobra un porcentaje de las indemnizaciones. En España, un abogado puede representar a una asociación, pero no incorporar a otros demandantes. Mediante este sistema, un grupo de ocho personas de Florida (Estados Unidos) consiguió indemnizaciones de hasta 80 billones de pesetas para medio millón de fumadores, informa Isabel Piquer.
Otra diferencia es que la legislación española exige que se pruebe una relación directa entre el hábito de fumar y la enfermedad por la que se pide una indemnización, y que esa relación se da porque las compañías han incumplido alguna norma de obligado cumplimiento. En Estados Unidos basta con probar cierta relación, aunque sea estadística.
Causa no probada
Ésta es la causa por la que José Calderón Crespo ha perdido su juicio contra Altadis, ya que el tribunal no encontró relación entre su hábito de fumar y el síndrome de Buerger que padece, que le ha hecho perder las extremidades. En cambio, un tribunal francés sí encontró parcialmente probada la relación entre el tabaco y el cáncer de Richard Gourlain, aunque la sentencia ha sido recurrida por Seita. En Florida, un jurado consideró probado que fumar ocasionó el cáncer de tres fumadores, a los que concedió una indemnización de 2.159 millones de pesetas.
Que Tabacalera, la principal empresa del sector en España, haya estado en manos públicas hasta abril de 1998 también es reflejado en el informe como una garantía, que indica que no pueden presentarse querellas estatales "por la previa vinculación de la empresa con el Estado".
Para López Muñoz, este hecho abre una vía para los fumadores, que podrían demandar "por la vía administrativa al Estado", lo que les evitaría "probar la culpa". Este caso no es aplicable a la Junta de Andalucía, "salvo que se querrellara con la Administración central", admite.
El informe de la consultora elabora un "índice de riesgo"de ser perseguidas judicialmente para las tabacaleras en EEUU, Francia, Alemania, Italia, Reino Unido y España. Frente al 100% de riesgo en EE UU, en Europa éste es menor del 30% en todos los casos. España tiene un 11,7%, Italia un 10% y Reino Unido,donde el riesgo es el mayor, un 28,3%. Tener más posibilidades de conseguir una indemnización no compensa la situación de los fumadores británicos, que son relegados sistemáticamente a los últimos lugares de las listas de espera de atención sanitaria, informa Isabel Ferrer.
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