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Reportaje:Tabaco y salud

El tabaquismo cuesta a la sanidad pública española más de 450.000 millones cada año

La industria alega que aporta un billón anual a las arcas estatales a través de los impuestos

El Banco Mundial considera que el coste sanitario del tabaquismo oscila entre el 6% y el 15% de los presupuestos sanitarios nacionales de los países ricos. Esto significa que el sistema sanitario público español gasta, según los expertos, una media de 450.000 millones anuales a causa de este hábito, relacionado con más de 25 enfermedades que causan una alta tasa de morbilidad y de mortalidad (el 14% del total de fallecimientos).El último estudio español disponible, firmado por Jesús González, del Instituto de Salud Carlos III, habla de más de 46.000 muertes anuales atribuibles al tabaco sólo en la población mayor de 35 años. La cifra duplica con creces la de víctimas mortales del tráfico en carretera y el alcohol juntas.

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Pero Sanidad desecha la idea de reclamar indemnizaciones a la industria como anunció el lunes el presidente en funciones de la Junta de Andalucía Manuel Chaves, que ha evaluado los gastos sanitarios de Andalucía por el tabaquismo en 60.000 millones anuales. Sanidad asegura que el ministro en funciones, José Manuel Romay, pidió asesoramiento a los abogados del Estado sobre la conveniencia de emprender acciones similares y los letrados aconsejaron abstenerse porque el marco jurídico español es muy diferente del estadounidense. La Generalitat tuvo la misma iniciativa con el mismo resultado.

La propuesta de Chaves es negociar con la industria para que ésta afronte los gastos sanitarios derivados del tabaquismo y, en caso de desacuerdo, presentar una demanda judicial, que sería la primera interpuesta por un Gobierno europeo. Los socialistas de la Comunidad de Madrid anunciaron ayer que pedirán al Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón una iniciativa similar.

Un problema en alza

La valoración fijada por la Junta de Andalucía proviene de un estudio elaborado por expertos de forma altruista. La Junta se negó ayer a ampliar detalles hasta que no esté formado el Ejecutivo andaluz. La valoración de 60.000 millones es modesta comparada con los cálculos del Banco Mundial. Dado el sistema de cobertura prácticamente universal del servicio sanitario español, los expertos creen que el gasto se situará más cerca de ese máximo del 15% (645.000 millones anuales) que del mínimo (258.000 millones de pesetas).

Pero la industria alega que aporta al Estado mucho más dinero. "El año pasado pagamos un billón en impuestos", dice el portavoz de Altadis (fusión de la antigua Tabacalera con la firma francesa Seita). Esta empresa, cuyas acciones sufrieron ayer en Bolsa una caída del 3,04%, en una jornada cuyo índice general sólo se redujo en un 0,53%, resalta que la aportación impositiva duplica el gasto sanitario provocado por el tabaco.

"El argumento de la aportación vía impuestos está viciado de origen", replica Joan Ramón Villalbí, presidente del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo, en el que están representadas 21 sociedades científicas de España. Villalbí recuerda que hay otros muchos conceptos por los que se pagan impuestos que no dañan la salud del ciudadano.

Los catastróficos resultados del tabaquismo en España van, mientras tanto, en aumento: 37.259 muertos en 1978 y 46.226 en 1992. Sanidad no tiene datos posteriores. Un informe estimó que en 1993 el tabaquismo costó 250.000 millones en estancias hospitalarias. Quedaban fuera asistencias extrahospitalarias, gasto farmacéutico, pensiones, invalideces o absentismos causados por dolencias estrechamente asociadas al tabaco: cáncer broncopulmonar, enfermedad pulmonar obstructiva, cardiopatía isquémica y enfermedad cerebrovascular, fundamentalmente.

En diciembre, el Gobierno español anunció su intención de reducir en un 10% el tabaquismo juvenil en un plazo de ocho años -el 90% de los fumadores empiezan en la adolescencia-. Sin embargo, un mes antes no apoyó la propuesta comunitaria de reducir la nicotina de los cigarrillos ni aumentar el impuesto del tabaco, a pesar de que el Banco Mundial asegura que una subida del 10% reduciría el consumo un 4%.

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