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Cuenta atrás para el cierre definitivo

El pasado día 29, las autoridades de la república ex soviética de Ucrania anunciaron el cierre definitivo de la central de Chernóbil para antes de fin de año. Ello supone que, con toda probabilidad en noviembre, dejará de funcionar para siempre el reactor número 3, el único que sigue actualmente operativo y que tiene una potencia de 1.000 megavatios, la misma que tuvieron en su día los otros tres: el número 4, que saltó por los aires en el accidente de 1986; el número 2, que no volvió a conectarse tras un incendio ocurrido en 1991, y el número 1, que agotó su vida útil en 1997.Los directivos de la central han mantenido que el reactor número 3 es totalmente seguro y que podría funcionar hasta el año 2011 si se acometen los oportunos trabajos de acondicionamiento y de sustitución de algunos elementos esenciales. Los expertos occidentales consideran que es una aterradora bomba atómica en potencia, que debe desactivarse urgentemente. Como prueba de ello, apuntan a los centenares de pequeñas averías que mantienen dicho reactor más tiempo parado que en funcionamiento.

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Los gobiernos occidentales han acusado al de Ucrania de utilizar la central (donde se genera tan sólo el 5% de la energía que se consume en el país) como moneda de cambio, incluso como instrumento de chantaje para ayudas financieras. La posición oficial de Ucrania ha sido que el reactor número 3 se cerrará si hay una compensación consistente en los fondos necesarios para construir otros dos en las centrales de Rivne y Jmelnitski.

Estados Unidos se ha comprometido a hacer la mayor contribución de todos los países industrializados del G-7 a los trabajos de reparación del sarcófago que cubre el reactor, un proyecto de unos 100.000 millones de pesetas. Y es que, según las autoridades de Kíev, el cierre de la central es sólo parte de un problema que incluye la necesidad de consolidar y conservar el sarcófago, limpiar la extensa zona afectada por la radiación, además de cubrir las necesidades de los refugiados provocados por el siniestro.

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