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Reportaje:

Directiva, no secretaria

"La mayor dificultad de las empresarias es abrirse camino en un mundo completamente masculino", aseguró ayer en Bilbao Olga Algar, presidenta de la Asociación de Empresarias y Directivas de Vizcaya (AED). Esta agrupación acaba de realizar el primer estudio que analiza la situación de las empresarias vizcaínas cuantificadas y que constata, por ejemplo, que uno de los obstáculos con los que tienen que enfrentarse las 760 altas directivas y propietarias de empresas cuantificadas es explicar a los candidatos a nuevos puestos de trabajo que no, que no pueden hablar con un hombre, y que ellas no son las secretarias, sino las empresarias y que, por tanto, la selección la hacen ellas.Así lo explicó la socióloga Roser Soler, autora del estudio La situación actual de las empresarias en Bizkaia, cuya mayor dificultad ha sido localizar con nombres y apellidos a las mujeres que desempeñan puestos de alta responsabilidad en este territorio. "Hemos tenido que consultar muchísimos archivos y registros para dar con ellas y poder cuantificarlas", señala Soler, quien explica que el estudio, apoyado por el Departamento de Promoción Económica, se ha restringido a aquellas mujeres que se sientan en los consejos de administración de las empresas o que son propietarias de compañías. Es decir, no se han contabilizado a las mujeres autónomas y propietarias de comercios "porque al ser muchísimo más numerosas hubieran diluido la situación de las mujeres empresarias que se mueven en el área de los negocios".

Según el estudio, el perfil de la empresaria vizcaína es una mujer de entre 41 y 50 años que dirige una compañía de tamaño medio (hasta 50 empleados), con una facturación de entre 251 y 500 millones de pesetas, cuenta con menos del 50% del capital, está casada y con dos hijos, tiene estudios superiores y habla inglés. Además, en la mayor parte de los casos se han animado a crear su propia empresa por las dificultades de ascender en otras compañías porque, según constata el informe, "el mercado laboral exige mucho más a las mujeres que a los hombres".

Pese a estas dificultades, la presidenta de la Asociación de Empresarias y Directivas, aseguró que se han superado muchas barreras. "Antes, cualquier proyecto empresarial que una mujer presentara en un banco era rechazado a priori", subrayó. Algar, quien explicó que la agrupación que preside se creó hace cuatro años como un grupo de autodefensa "por la falta de comprensión de otros colectivos empresariales liderados por hombres", criticó la actitud de algunas patronales como la vizcaína Cebek que no ha permitido la integración de la asociación de empresarias "porque, según dicen, en sus estatutos, no se permite la entrada de asociaciones multisectoriales como la nuestra". Para integrarse en los foros empresariales, la agrupación ha creado una federación vasca junto a las asociaciones de empresarias guipuzcoanas y alavesas y espera así poder conseguir entrar en la patronal vasca, Confebask.

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