La Fundación de Toledo alerta sobre el despoblamiento del casco histórico

El casco histórico de Toledo, declarado patrimonio de la humanidad, podría quedar despoblado en 28 años si continúa el paulatino abandono de sus habitantes. Según el estudio que ayer presentó la Real Fundación de Toledo sobre la evolución del casco histórico entre 1995 y 1998, 400 habitantes abandonan anualmente la parte vieja de esta ciudad, tendencia que se ha acelerado en los últimos años.

Aunque todos los barrios de la localidad pierden población, es en el corazón de esta vieja ciudad, la catedral y su entorno, donde más preocupa la tendencia, con una pérdida de habitantes que alcanza el 23% en los últimos cuatro años. Esta realidad, según el estudio, lleva al envejecimiento "alarmante" de los vecinos que viven en la zona -el 26% tiene más de 65 años-, a la escasez de establecimientos esenciales para los residentes, a la saturación de vehículos y al deterioro de edificios de viviendas y monumentos singulares.A pesar de los datos, los responsables del estudio se muestran esperanzados, porque "estamos a tiempo de invertir el proceso" después de que la labor de concienciación ciudadana de instituciones como la Real Fundación esté dando ya sus frutos. Un ejemplo de ello fue la concentración vecinal que se produjo hace unos días en respuesta a la tala de tres árboles en la plaza de Santo Tomé.

Disminuye la población en torno a un 3%; sin embargo, aumentan cerca del 9% los coches aparcados en el casco histórico. En este punto, el informe es claro: la regulación del aparcamiento por el sistema de pago ha fracasado en su objetivo fundamental.

Los autores del estudio encargado por la Real Fundación de Toledo, Alfonso Vázquez, Pilar Morollón, Enrique Lorente y Jesús Blanco, destacan que la economía del casco histórico se ha centrado en la hostelería, el turismo y los despachos de finanzas y negocios. A esto hay que sumar la escasez de establecimientos destinados al ocio o esparcimiento, a los servicios sanitarios y farmacéuticos y a la artesanía e indutria.

Los responsables del estudio confían en que la constitución del Real Patronato de Toledo se convierta en la herramienta que cambie la fotografía que presenta, en el cambio de siglo, la ciudad de Toledo.