El Gobierno de Canarias frena el proyecto de Chillida en la montaña de Tindaya

El Gobierno de Canarias ha condicionado la continuidad del proyecto de Eduardo Chillida de construir un cubo en el interior de la montaña de Tindaya a los resultados de una investigación que la Inspección General de la comunidad autónoma llevará a cabo tras la interposición ante el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) de nuevas denuncias por presuntas irregularidades en la contratación con la empresa minera. El Gobierno tratará de depurar así las posibles responsabilidades que pudieran derivarse de varias irregularidades descubiertas en la compra de la cantera para llevar a cabo el proyecto del escultor vasco.

La decisión del Ejecutivo autónomo de frenar el polémico proyecto cultural se produce cuando está a punto de culminar el plazo -el próximo mes de marzo- de los cuatro años concedidos para realizar el monumento de Tindaya sin tener que indemnizar a la empresa concesionaria.La denuncia ante el TSJC fue interpuesta por un grupo de inversores, antiguos copropietarios de la empresa minera Cabo Verde, SA, a la que el Gobierno compró en marzo de 1996 la cantera por encima de su valor -más de 1.100 millones de pesetas-, según ha constatado la propia Audiencia de Cuentas de Canarias.

Los denunciantes, según informó la agencia ACN Press, consideran que los antiguos socios les ocultaron "el negocio" acordado con el Ejecutivo regional, por lo que han reclamado la ejecución de una cláusula por la cual el Gobierno de Canarias -propietario del 50% de la concesión- deberá devolver la cantidad ya desembolsada, más de 500 millones de pesetas, en concepto de indemnización si el proyecto no se realiza antes del 14 de marzo.

Esta denuncia se suma a las ya interpuestas por los grupos ecologistas de Canarias, donde ponían de manifiesto las irregularidades cometidas en la compra de la cantera a Cabo Verde por la empresa pública Saturno, que actuó en nombre del Gobierno de Canarias. Los ecologistas consideran, en concreto, que se adaptó "a la carta" la normativa de conservación de los espacios protegidos "colando un artículo que permitía la extracción de piedra del subsuelo de la montaña" para hacer posible el monumento de Chillida, contencioso presentado en 1997 y que está a la espera de sentencia. El grupo ecologista Coordinadora Montaña Tindaya sentía ayer el "síndrome de Aznalcóllar", según su portavoz, que afirmó: "Después de cuatro años denunciando los oscuros intereses económicos que había detrás de la obra, el tiempo nos da la razón".

Agresión

Independientemente de la causa económica, advertía una de las arqueólogas que más han estudiado el yacimiento arqueológico, María Antonia Perera, existen otros motivos para rechazar el proyecto monumental de Tindaya, como es la agresión al patrimonio artístico y natural. Los colectivos ecologistas canarios se han ofrecido para dar sugerencias y propuestas en la línea de "un proyecto alternativo para Tindaya que resalte sobre todo sus verdaderos valores, los que el pueblo majorero inmortalizó hace más de quinientos años".

Pese a estos nuevos obstáculos, el consejero de Cultura del Cabildo Insular de Fuerteventura, Mario Cabrera, espera que el proyecto de Chillida siga adelante, aunque considera positivo que el Gobierno de Canarias clarifique antes el asunto.

El escultor Eduardo Chillida se encontraba ayer de viaje.Después de la polémica que ha suscitado este proyecto, y que incluso en algún momento le ha llegado a afectar personalmente al escultor, puesto que nunca pretendió que una obra suya fuera la causa de una polémica semejante, la familia Chillida puso una serie de condiciones para la construcción de la obra, con el objeto de preservar el entorno natural.

Un cubo de 40 metros

El Consejo de Gobierno de Canarias aprobó en octubre de 1998, definitivamente, la adjudicación de las obras para el monumento de Chillida en Fuerteventura. El proyecto fue adjudicado a la unión temporal de empresas integrada por FCC y Necso, únicas sociedades que se presentaron al concurso de adjudicación. El entonces portavoz del Gobierno canario afirmó que el vaciado de la montaña de Tindaya no les iba a costar "una peseta a los canarios". El proyecto aprobado prevé la realización de una caverna en forma de cubo de 40 metros, con una galería de acceso de 16 por 16 metros de sección y una longitud aproximada de 100 metros.