Los purines contaminan el 40% de los pozos de las zonas ganaderas
El 40% de los pozos de las zonas ganaderas de Cataluña tiene sus aguas contaminadas por los nitratos procedentes de los purines (excrementos de cerdo). Así lo confirmó ayer un portavoz de la Agencia Catalana del Agua (ACA) basándose en 1.265 muestras tomadas a lo largo de 1998. El estudio, que según sus impulsores no puede extrapolarse a todas las zonas de Cataluña, también indica que el 10% de los pozos contaminados tiene una concentración de nitratos seis veces superior al máximo permitido por la Unión Europea, situado en 50 miligramos por litro de agua.
Varias comarcas de Girona, además de Osona, Maresme, Segrià, Penedès y las cercanías de Tarragona son las zonas que más sufren la contaminación de nitratos en sus aguas. La Generalitat ha calificado estas comarcas como "zonas vulnerables" y está firmando convenios de colaboración con los consejos comarcales y otras instituciones locales para encontrar una salida a la contaminación de sus aguas. Entre las propuestas que la Generalitat ha hecho se encuentra la elaboración de planes locales de gestión de purines y la posibilidad de construir plantas de tratamiento de residuos porcinos. Además, se insta a los productores de cerdos a legalizar sus granjas y a cuantificar su producción exacta de purines.
El mismo portavoz de la Agencia Catalana del Agua, dependiente del Departamento de Obras Públicas, aseguró que los pozos catalanes no son los únicos que están contaminados: "La problemática es común en toda Europa, donde el 25% de los terrenos agrícolas sufre de un exceso de nitratos".
El índice de pozos contaminados sube de forma espectacular en zonas como el Pla de Lleida u Osona. En esta última comarca, un estudio del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona asegura que sólo queda el 20% de fuentes y pozos con el agua potable.
Los problemas ambientales que comporta la concentración de granjas de cerdos en determinadas zonas y sus posibles soluciones fueron los temas que se trataron durante las Jornadas de Gestión de Purines que ayer empezaron en el Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña.
La reducción del número de cerdos criados en Cataluña, defendida por diferentes colectivos ecologistas, fue descartada por el jefe de los Servicios de Ganadería del Departamento de Agricultura y Ganadería, Eduard Torres. Durante su intervención, Torres manifestó que en una economía de mercado no se puede "restringir la producción"
Entre las soluciones que se apuntaron para compatibilizar las explotaciones porcinas con el respeto al medio ambiente figuran las plantas de tratamiento de purines. Cataluña tiene dos instalaciones de este tipo que, pese a haberse inaugurado a principios de 1999, aún no funcionan correctamente. Las plantas, situadas en Alcarràs (Segrià) y Les Masies de Voltregà (Osona), desecan el purín al tiempo que producen electricidad a partir del gas nacido del proceso. La reducción de peso y volumen de los purines que realizan estas plantas facilita su transporte a zonas agrícolas no contaminadas por los excrementos de cerdo.
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