Cultura cierra la crisis del teatro de La Zarzuela y nombra director a Javier Casal El ministerio ofreció simultáneamente a Zedda y al nuevo responsable la sustitución de Sagi
Javier Casal, hasta ahora director técnico de la Orquesta y Coro Nacionales de España, fue nombrado ayer director del Teatro Nacional Lírico de la Zarzuela, lo que ha supuesto para Cultura cerrar una crisis abierta el pasado junio, cuando Emilio Sagi comunicó su deseo de abandonar este cargo, en el que ha permanecido nueve años. A partir de entonces se produjeron vetos, dimisiones, demandas, indemnizaciones y, por último, la perplejidad de Alberto Zedda, al que también propusieron para el cargo, al igual que a otros, como Plácido Domingo y Ariel Goldenberg.
"Esto supone para mí un reto personal muy importante, y pienso dedicarme con toda la ilusión y el buen hacer que pueda tener", comentó ayer Casal, quien no supo que era un candidato para este puesto hasta el viernes pasado. El nuevo director de la Zarzuela (A Coruña, 1947) salió de su ciudad natal a los seis meses de edad y siempre ha vivido en Valencia, donde, además de convertirse en ingeniero agrónomo, cursó sus estudios en el Conservatorio Superior de Música y ejerció distintos cargos, siempre relacionados con la actividad musical. En 1987 fue director del área de música de la Generalitat Valenciana; en 1993, director del Palau de la Música, cargo que desempeñó hasta 1997. El pasado año fue nombrado director técnico de la Orquesta y Coro Nacionales de España (OCNE), puesto para el que ahora hay que buscar un sustituto. El nuevo director del teatro de la Zarzuela señala que en sus anteriores cargos los proyectos líricos siempre le entusiasmaron: "En 1988 ya veía el futuro que iba a tener la lírica, como así ha sido, y por eso puse en marcha el coro de Valencia y planteé coproducciones con el Liceo y otros proyectos que se fueron desarrollando. He tenido un sesgo marcado hacia el teatro musical y el mundo de la lírica".
El nombramiento de Javier Casal parece ser un final feliz para una historia, a veces truculenta, que empezó cuando Sagi anunció su retirada. A partir de ese momento se abrió una crisis que ha sido la comidilla de los círculos escénicos en los últimos meses y que ha producido perjuicios varios, dimisiones, ceses, vetos, ofensas, intrigas, denuncias y sentencias judiciales, entre otros acontecimientos. El último capítulo ha sido la perplejidad del director Alberto Zedda, que el pasado lunes fue citado para presentar a Miguel Ángel Cortés, secretario de Estado de Cultura, y a Andrés Ruiz Tarazona, director del Instituto de las Artes Escénicas y la Música (INAEM), su proyecto para el teatro de la Zarzuela, ya que le habían ofrecido la dirección de este organismo. Pero Zedda se encontró que no sólo no le recibía Cortés, sino que ayer nombraron a Javier Casal, poco antes de que el secretario de Estado le llamara haciéndole saber que desconocía que le habían citado en su nombre, al tiempo que le pedía disculpas y solicitaba que colaborara con la Zarzuela en proyectos futuros. Pero la perplejidad de Zedda no se quedaba ahí.
Mientras que hace una semana se le comunicó a Zedda que la programación de la Zarzuela estaba cerrada hasta septiembre de 2000, por lo que su trabajo en estos meses debía centrarse en programar las temporadas siguientes, ayer se encontró que tanto Ruiz Tarazona como el subdirector de música del INAEM, Juan José Herrera de la Muela, le comunicaban que la programación estaba cerrada hasta septiembre de 2001, por lo que Zedda, que aún desconocía el posterior desarrollo de los acontecimientos, dio un no rotundo, ya que no entendía para qué le proponían un puesto que no podía ejercer.
Nuevo plan cultural
Zedda, que dio a conocer el proyecto que elaboró estos días y que consideraba idóneo para la Zarzuela, a estos dos cargos del INAEM, y antes de que se hiciera oficial el nombramiento de Casal, no ha querido señalar los paralelismos que hay entre su propuesta y la que Cultura dio a conocer ayer, a media mañana, para el futuro de la Zarzuela. Este proyecto prevé un esquema organizativo totalmente distinto al que hasta ahora ha tenido este teatro y consistirá en dotar al teatro de la figura de un director general, apoyado con un consjeo asesor artístico formado por directores de escena, musicales y otros especialistas. También se atenderá preferentemente a la zarzuela, sin olvidar títulos operísticos y otros géneros afines, como opereta, danza o lied, entre otros.
Casal, del que Zedda ha dicho tener inmejorables informes y Cristóbal Halffter califica de renovador y con grandes ideas, ha llegado al teatro de la Zarzuela después de que este cargo se ofreciera por parte de Tomás Marco, entonces director del INAEM, a José Carlos Plaza, quien fue rechazado por Cortés por no responder "al perfil idóneo". Marco dimitió mientras Plaza interpuso una demanda, que ha concluido en una condena judicial a Cultura a indemnizar a Plaza con ocho millones de pesetas. En los últimos meses, también se les ha ofrecido el cargo a Plácido Domingo, Isabel Penagos y Ariel Goldenberg.
Babelia
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