"Terra", a punto de observar la Tierra
El satélite Terra, primer eslabón de la nueva red de satélites de observación de la Tierra de la NASA, parece haber superado los problemas iniciales que se produjeron tras su lanzamiento -retrasado en varias ocasiones- el pasado 18 de diciembre y en los próximos días empezará a observar la Tierra. El satélite, que tiene un coste de 1.300 millones de dólares (210.000 millones de pesetas) y el tamaño de un autobús, dispone de cinco instrumentos para vigilar los océanos, los continentes y la atmósfera terrestres y debe proporcionar datos que permitan conocer con mucha mayor precisión la compleja interrelación entre tierra, agua y atmósfera que da lugar al clima terrestre.Cuando se pongan en marcha las observaciones científicas, a mediados de este mes, será porque se han solucionado los dos problemas encontrados durante la verificación de los sistemas del satélite.
El primero hizo que la antena de alta ganancia del satélite, que transmite los datos a la red de satélites TDRS, dejara de funcionar a las pocas horas de su despliegue tras el lanzamiento. En principio se pensó que se trataba de un fallo ocasional, dado que no se detectaron problemas mecánicos en la antena. Sin embargo, el fallo se repitió varias veces, siempre cuando el satélite pasaba por una zona en la que uno de los cinturones de radiación de Van Allen se acerca más a la Tierra. Mientras descubren la razón de este fallo, los técnicos de la NASA han incorporado un conjunto de instrucciones al satélite para que la antena se ponga ella sola en funcionamiento otra vez cuando se produzcan estos apagones.
El segundo problema encontrado se parece peligrosamente al que llevó a la sonda Mars Climate Orbiter, también de la NASA, a su destrucción al intentar insertarse en la órbita de Marte el pasado mes de septiembre, por un error en las unidades de medida utilizadas. En el caso de Terra se trata de una imprevisión de cálculo que hizo que el satélite se pasara al modo de seguridad -su ordenador central dejó de funcionar- tras su lanzamiento justo cuando se producía el solsticio de invierno. Los ingenieros han encontrado que el programa de navegación del satélite, que se nutre de datos astronómicos, le hacía intentar calcular el arcoseno de un número ligeramente inferior a -1, lo que producía un error matemático. Esta función trigonométrica sólo se puede hacer con números entre el 1 y el -1. Dado que se puede producir el mismo error cuando llegue el solsticio de verano, se ha instalado un parche en el programa de navegación y después se arrancarán de nuevo los sistemas del satélite desde Tierra con la esperanza de que todo vaya bien en el futuro y Terra se convierta en el previsto vigilante y observador eficaz de los procesos climáticos.
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