La fuerza de Eolo

"No queremos el Priorat rodeado de parques eólicos". Ésta es la máxima que en las últimas semanas corean los habitantes de esta comarca después de que saliera a la luz el interés de algunas empresas por instalarse en la zona. La Plataforma per la Defensa del Patrimoni Natural del Priorat, que lidera el movimiento reivindicativo, asegura que no está en contra de la energía eólica, pero exigen que obtenerla no implique la destrucción del paisaje, pues consideran grave que algunos proyectos hayan sido concebidos para instalarse en espacios de interés natural.Por este motivo, una de las entidades integrantes de dicha plataforma, el Grup d"Estudis per a la Protecció dels Ecosistemes del Camp (GEPEC-DEPANA) ya elabora un mapa eólico alternativo. Paralelamente, se realizan sesiones informativas por diversos municipios y se han recogido ya 1.500 firmas en contra de la instalación indiscriminada de parques eólicos.

Roger Pascual, residente de La Vilella Baixa y Joan Pere Fernández, de Porrera, ambos portavoces de la plataforma, integrada por ayuntamientos, entidades ecologistas y asociaciones turísticas, comentan: "Oficialmente no tenemos confirmación de nada, pero a través de grupos como el GEPEC-DEPANA sabemos que algunas empresas tienen proyectos en marcha. Hay lugares en los que se han instalado medidores del viento y, curiosamente, hay zonas en las que últimamente se abren y condicionan nuevos accesos". Los ecologistas aseguran que se está estudiando instalar parques hacia poniente, en La Figuera; hacia el norte se prevén tres en el Montsant, los de Cabacés, Margalef y la Morera; hacia el este una empresa se ha interesado por el término municipal de Ulldemolins; y hacia el sur las previsiones señalan parques en El Motlló en dirección a Alforja (Baix Camp), uno en la sierra que separa Porrera de Poboleda y Torroja del Priorat, otro en Pradell de la Teixeta, que se sumaría al ya existente en este término, otro en Colldejou y uno en la Serra del Montal. De materializarse todos los proyectos, el Priorat quedaría rodeado de parques eólicos con Porrera como pueblo más afectado.

Albert Mitjà, director de Energia de la Generalitat, asegura: "Para el Priorat sólo hemos recibido seis solicitudes y esto no puede considerarse una proliferación, tal como se está diciendo". Las peticiones han sido para Cabacés, Margalef del Montsant, la Morera del Montsant y Pradell de la Teixeta.

Los portavoces de la plataforma señalan los principales motivos de preocupación por la instalación de parques eólicos: "El impacto visual es subjetivo, pero varía mucho según dónde se instale el parque y con cuánta intensidad se dote. El impacto ecológico, por la erosión del suelo que comporta la instalación de toda la maquinaria, así como la deforestación al construir vías de acceso, y los daños en la fauna y la flora. El aumento de la presión del hombre sobre el territorio. El impacto acústico, ya que un parque eólico hace el mismo ruido que una industria. Y el socioeconómico, ya que afectará al sector vitinícola y al turismo, que se distinguen por su calidad".

Salustià Álvarez, alcalde de Porrera y presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Priorat manifiesta: "La energía eólica es positiva y tiene futuro, pero la proliferación no tiene sentido porque puede romper el encanto de la comarca". Y añade: "Nosotros producimos vino de calidad y esto requiere el máximo de espacios naturales posibles. En las solicitudes que se han recibido para instalar parques eólicos no se detalla ni cómo se preve la extracción de energía ni dónde se colocarán las torres de alta tensión y los aereogeneradores".

Josep R. Grau, payés de Porrera, está a favor de la energía eólica, pero está en contra de cómo se quiere implantar en el Priorat: "Van a las zonas más deprimidas de Cataluña e intentan camelar a los payeses con cuatro duros. Vienen a cargarse la poca reserva natural que nos queda en las comarcas de Tarragona y lo hacen indiscriminadamente. No creo que se les ocurriera hacer lo mismo en Queralbs o en Premià de Mar".

El director de Energia de la Generalitat, Albert Mitjà, sale al paso de las críticas y recuerda: "Hace 15 años empezamos a estudiar dónde hace viento en Cataluña. El Baix Ebre, el Priorat, el Baix Camp y la Terra Alta junto con el Alt Empordà resultaron ser las zonas más favorables".

Respecto al impacto visual, Albert Mitjà subraya: "Es una cuestión subjetiva. El viento sopla en las cimas de las montañas y allí deben colocarse". Sobre el impacto a la fauna y flora precisa: "A cualquier promotor le exigimos que nos presente un amplio estudio ambiental para minimizar los efectos". En cuanto al ruido indica: "Es mínimo y es un sonido muy agradable". Mitjà añade que la Administración "es muy exigente con el informe sobre el impacto medioambiental. Si del estudio se obtienen conclusiones negativas, la Generalitat no permitirá que vayan adelante. Fomentar la energía eólica es bueno. Es una energía limpia y que evita muchas emisiones de contaminantes".

Enervent, empresa promotora de parques eólicos, insiste en que "estas instalaciones tienen unas ventajas ambientales por la generación de electricidad de forma limpia y aprovechan, además, un recurso autóctono y renovable como es el viento. Así, se evitan emisiones de CO2 y de SO2, gases que, respectivamente, contribuyen a fomentar efecto invernadero y a la lluvia ácida. Además, estas instalaciones benefician a la economía de la zona porque crean ocupación y generan ingresos".

Representantes de Enervent aseguran que aplican medidas correctoras para evitar los impactos de los parques, como son la reforestación de las áreas excavadas y la colocación de las torres lejos de las zonas donde nidifican las aves.