Dinero perverso

En algunas poblaciones afectadas por el huracán Mitch, a lo largo de este año, se han podido observar las lacras que puede producir la cooperación desorganizada y la llegada masiva de ayudas. En varios pueblos y barrios, el dinero ha llegado en tales cantidades que ha sido muy difícil conseguir una buena gestión de estos fondos. "Cuando entra mucho dinero en un sitio, en vez de ayudar, trae más problemas", asegura la representante en Centroamérica del Fondo Catalán de Cooperación, Victòria Planas. En el municipio de Condega, en el norte de Nicaragua, estos problemas se materializaron con la desmovilización de una parte importante de sus habitantes. ¿El motivo? Una de las ONG más activas en Cataluña donó dinero en metálico a afectados por los efectos del Mitch.

Este regalo hizo que mucha gente hiciera caso omiso a las sucesivos llamamientos del Ayuntamiento para que se movilizaran en brigadas de reconstrucción y socorro a los más necesitados. Simplemente, se dedicaron a reconstruir su casa y dejaron para otros el trabajo comunitario tan extendido en Nicaragua desde hace años. Éste es un claro ejemplo de lo que entre organizaciones de cooperación es conocido como "la perversión del dinero". Ejemplos como el de Condega han hecho que la mayor parte de las ONG vean más claro que nunca la necesidad de financiar proyectos y no personas ni bienes. "No todo el dinero sirve para algo. Sólo el que llega oportunamente arregla las cosas", opina Victòria Planas.