Una exposición contrasta la obra de 50 artistas antes y después de la guerra civil

La exposición Tránsitos. Artistas españoles antes y después de la guerra civil (1929-1936 / 1939-1948), inaugurada ayer en la sala de las Alhajas (plaza de San Martín, 1) de la Fundación Caja de Madrid, se convierte en "un artefacto de reflexión y de paradoja", según sus comisarios, los historiadores de arte Jaime Brihuega y Ángel Llorente. El montaje reúne 83 obras de 50 artistas que se quedaron en España durante la guerra o se fueron al exilio.

La exposición pretende también la revisión de algunos tópicos de la historia del arte español de este periodo de la guerra civil española. Alfredo Pérez de Armiñán, gerente de la Fundación Caja de Madrid, declaró ayer que "los tránsitos que se muestran forman un ejercicio intelectual sobre los artistas que se quedaron en España, los que fueron al exilio y los que emergen después de la guerra, en diálogo con los que se quedan y se van, además de la atracción que ejercen artistas como Picasso y Miró sobre las generaciones siguientes".El montaje, abierto al público hasta el 9 de enero, se corresponde en cada planta del edificio con los distintos grupos de artistas, comenzando por los que se quedan, como Sunyer, Solana, Vázquez Díaz, Palencia, Caballero, Mateos, Ferrant, Cossío, Cristòfol y Castellanos, entre otros.

La muestra no tiene un carácter antológico y se presenta como "un aparato para reflexionar", según Jaime Brihuega, sobre "una de las coyunturas más complejas y difíciles, la más dolorosa de nuestra historia del arte, con una guerra civil que produjo una brecha insalvable".

En la selección de las obras, por lo general dos piezas de cada artista fechadas antes y después de la guerra civil, "se busca la continuidad y las diferencias", aunque los comisarios advierten de que puede provocar "perplejidad en el público".

En dos bodegones de Benjamín Palencia se pueden apreciar las diferencias de la época, pero Brihuega insiste en que la relación entre el contexto y la creación artística es compleja. "Hay que salir de los tópicos del antes y después, de la época de plata de la II República y el silencio de la posguerra.

En otra planta del montaje se han situado las obras de los que se fueron, como Alberto Sánchez, Gaya, Souto, Domínguez, Dalí, Mallo, Vicente, Bores y Viñes y Moreno Villa, para situar a continuación a los que emergen después de la guerra, entre los que figuran San José, Chillida, Zabaleta, Oteiza, Palazuelo, Saura, Aguayo, Tàpies, Ponç y Cuixart. El catálogo se plantea como libro de referencia sobre el contexto general. La muestra forma parte de la revisión del arte español de dos montajes anteriores dedicados a los ismos de los años veinte y al realismo mágico de los cuarenta. La sala de las Alhajas se cerrará durante el año 2000 por reformas, para seguir con el último medio siglo a partir del año 2001.