Chile pide formalmente al Reino Unido la puesta en libertad de Pinochet por razones de salud

El Gobierno de Chile pidió ayer formalmente a las autoridades británicas la puesta en libertad del ex dictador Augusto Pinochet por razones de salud, según anunció el ministro chileno de Asuntos Exteriores, Juan Gabriel Valdés. La iniciativa se produce al margen del recurso de hábeas corpus que presentará el próximo lunes la defensa del general contra el veredicto del juez Roland Bartle, que dio luz verde a la extradición a España. El Ministerio de Exteriores británico se ha limitado a confirmar que ha recibido una carta del Ejecutivo chileno, sin explicar su contenido.

"Hemos hecho un planteamiento serio", dijo el jefe de la diplomacia chilena en una entrevista concedida a Radio Cooperativa. "Hoy [por ayer] en la mañana, por instrucciones del presidente y del ministro que habla se ha entregado a Londres una nota oficial del Gobierno de Chile". El embajador chileno en la capital británica, Pablo Cabrera, hizo la gestión ante el Foreign Office, que a su vez trasladó la carta al ministro del Interior, Jack Straw, a quien corresponde contestar a la solicitud chilena.[Portavoces del Ministerio británico de Exteriores confirmaron que había recibido la carta procedente del Gobierno chileno y que la remiteron al ministerio del Interior, según informó la agencia Efe. No obstante, el Ministerio del Interior del Reino Unido negó que Chile haya solicitado formalmente la liberación de Pinochet bajo argumentos humanitarios. "Eso es completamente incierto", informó a la agencia Reuters un portavoz del citado ministerio. "El presidente chileno envió una carta al primer ministro [Tony Blair] el pasado 7 de octubre, pero es confidencial y no podemos desvelar su contenido", señaló].

La nota, según el jefe de la diplomacia chilena, "solicita formalmente que se acojan razones humanitarias para enviar a Chile al general Pinochet". Teniendo en cuenta el estado de salud del general, añadió, "no es posible imaginar un proceso de dos años y luego un juicio en España, que podría alargarse un año más". Según la interpretación que hace el Gobierno chileno de las atribuciones que tiene el ministro Straw, "le es posible tomar una decisión sobre la base del estado de salud deteriorado que tiene en estos momentos el general Pinochet", precisó Valdés.

El ministro británico dijo el martes pasado que cualquier decisión que le corresponda adoptar será "en el momento adecuado" de acuerdo a la ley. La legislación en la materia no prevé una actuación del ministro antes del resultado del recurso de apelación que presentará la defensa de Pinochet. Pese a ello, Valdés subrayó ayer que su Gobierno no pretende presionar al británico, -"es un caso que nos parece muy transparente"- y precisó que la liberación de Pinochet podría producirse "en el momento que consideren adecuado".

El año pasado, el Gobierno chileno apeló a las razones humanitarias y para ello trató de obtener el apoyo del Vaticano. Junto a la carta que ya está en poder del ministro británico del Interior se entregó un informe médico reciente sobre la salud de Pinochet, que el ministro chileno califica de "factor de preocupación", porque "no sería positivo para el proceso de transición chilena ni para el clima político que vive el país que se diera un desenlace fatal". El ex dictador está aquejado de diabetes, tiene problemas en la próstata y en la columna, lleva un marcapasos y sufrió dos derrames cerebrales, según sus médicos. Hasta la fecha no ha trascendido ningún informe médico independiente.

El vespertino de Santiago La Hora publicó ayer que hasta el último momento hubo discrepancias en el Ejecutivo chileno sobre la conveniencia de enviar la solicitud a Londres, ante el riesgo de una respuesta negativa. Según el citado diario, el ministro secretario general de la Presidencia, José Miguel Insulza, planteó reticencias, mientras que Valdés y el ministro del Interior, Raúl Troncoso, defendieron la carta humanitaria para lograr el regreso de Pinochet.

Familiares de desaparecidos

Para contrarrestar un eventual efecto de esta gestión gubernamental, la Agrupación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos durante la dictadura entregará hoy una carta al presidente chileno, Eduardo Frei, con una lista de personas de avanzada edad que fueron secuestradas, torturadas por el régimen que encabezó Pinochet y que están en paradero desconocido. "¿No sería una razón humanitaria pedir al Ejército que responda por la vida de estas personas?", se preguntaba ayer Viviana Díaz, presidenta de la Agrupación.Casi a la misma hora que el ministro Valdés anunciaba el último paso del Gobierno chileno para conseguir el regreso de Pinochet, hablaba en otra emisora de radio el general Rafael Villarroel, ex vicecomandante en jefe del Ejército y presidente del movimiento pinochetista Chile mi Patria. Decía el general: "No se visualizan posibilidades que por el lado de la salud y las razones humanitarias el general vuelva pronto a Chile. Ésta es una cuestión totalmente clara, que demuestra lógicamente que el tema es netamente político y que está en manos de este caballero [Straw], que no tiene ninguna voluntad de hacerlo".