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La crisis de las dioxinas paraliza la recogida de aceite usado

El País

La empresa Ecogras, de San Sebastián, la única de Guipúzcoa dedicada a la recogida de aceite usado, está a punto de saturar su capacidad de almacenamiento al no poder exportarlo a Europa por el escándalo de las dioxinas belgas. Según informó a la agencia Efe el responsable de esta firma, Xabier Muro, el problema de las dioxinas belgas les impedirá a partir de septiembre recoger de los restaurantes, hoteles, hospitales y empresas de catering las grasas usadas que hayan acumulado, ya que no contarán con espacio en sus almacenes para guardarla. Muro advirtió que con la paralización de la actividad de su empresa -que recoge en Guipúzcoa alrededor de 50 toneladas de aceite usado al mes- se corre el riesgo de que este producto sea vertido de forma ilegal por los desagües, con el consiguiente perjuicio ecológico para los ríos. Muro explicó que el aceite que se recoge en Guipúzcoa se destinaba en un 90% a plantas de transformación europeas, que lo utilizaban para la elaboración de piensos para alimentar el ganado y fabricar cosméticos. La paralización de la exportación del aceite usado ha obligado a los responsables de Ecogras a instalar unos depósitos supletorios en los que guardar la grasa hasta encontrar una solución alternativa. Xabier Muro subrayó que la situación actual ha obligado ya a cerrar a una empresa de Vitoria que también se dedica a recoger y refinar aceites vegetales usados. El responsable de Ecogras señaló que en la empresa temen que la crisis de las dioxines les pueda llevar a también al cierre. Ecogras cuenta con cuatro trabajadores. Evitar el cierre Para impedir que la empresa sea liquidada, Muro espera mantener en el mes de septiembre una reunión con representantes del Gobierno vasco a fin de estudiar la situación creada y buscar posibles soluciones. Por otro lado, el colectivo ecologista Eguzki ha avisado también del problema a los organismos públicos responsables de Medio Ambiente, al Gobierno vasco y a las diputaciones, para que "tomen conciencia y estudien las posibles soluciones para las empresas recolectoras". El grupo ecologista ya señaló anteayer en un comunicado que hay un riesgo real de que el aceite usado vaya directamente a las aguas de los ríos y del mar. La crisis de las dioxinas ha vuelto a poner sobre la mesa el reciclaje del aciete usado.

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