Hugh Thomas critica la falta de arrepentimiento del régimen franquista
Varios historiadores analizan el final de la guerra civil y sus consecuencias
Han pasado 60 años, España tiene otra cara, y, sin embargo, el final de la guerra civil y el advenimiento de una dictadura franquista de 40 años proyectan aún sus ecos y, desde luego, siguen conmocionando a los historiadores. El británico Hugh Thomas, autor de una famosísima historia de la guerra civil, reconoció ayer, más o menos explícitamente, que ahora se dedica a estudiar el siglo XVI por la huella indeleble y dolorosa que le dejó la contienda española.
"Aún no acierto a explicarme", dijo Thomas, "la falta de sentimientos de arrepentimiento y de perdón del franquismo que ganó la guerra". Thomas inauguró en El Escorial, como director, el curso de la Universidad Complutense El final de la guerra civil: 60 años después. En el curso intervienen prestigiosos especialistas, como Stanley Payne, Javier Tusell, Ángel Bahamonde, José Luis García Delgado, Javier Cervera o Rosario Ruiz."Yo estoy mucho más a la derecha que antes", reconoció Thomas, hoy miembro de la nobleza de su país, "pero creo que lo que faltó precisamente en la guerra española fue ese espíritu aristócrata de la tolerancia. Los vencedores estuvieron muy por debajo de aquel marqués de Mondéjar que, en la Granada conquistada a los musulmanes, permitió expresamente que éstos no vistieran de cristianos. Sé que en el bando republicano también hubo saña y estoy de acuerdo con el historiador Víctor Alba cuando lo achaca a una indiferencia generada por el íntimo convencimiento de que las víctimas se lo merecían. Pero sigo pensando que fue mucho peor en el bando vencedor. La guerra civil es la contribución española a ese fracaso humano que supone el siglo XX, verdaderamente un siglo de atrocidades".
Para Thomas, la guerra civil superó en crueldad otros momentos graves de la historia de España, como la represión contra los comuneros y las contiendas de Sucesión y de la Independencia. "No cabe en esos ejemplos del pasado encontrar no sólo una crueldad comparable por parte de los vencedores, sino detalles como que, muchos años después de concluida la guerra, una chica no pudiese ser azafata de Iberia porque su padre había combatido por la República".
Para el historiador, la guerra zanjó "buena parte de las tragedias históricas españolas", y aunque hoy parecen latir aún problemas anteriores a aquella época, como los nacionalismos, piensa que no deben compararse: "Es un fenómeno con puntos en común con entonces, pero básicamente distinto. Y desde luego, hasta ahora, no ha sido tan serio como antes del 36".
Thomas tuvo comentarios elogiosos para la transición española, y citó como personajes emblemáticos al Rey, Torcuato Fernández Miranda, Adolfo Suárez y Gutiérrez Mellado. Stanley Payne, de la Universidad de Wisconsin-Madison y otro de los estudiosos anglosajones de la guerra civil coincidió con Thomas al decir que "aquí se ha construido una democracia sin rencor, y eso es positivo". Añadió que cuantificar las víctimas resulta imposible pues "es algo sujeto a los silencios, a las mistificaciones".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.