Marcha, monumentos y montaña
San Lorenzo de El Escorial experimenta una metamorfosis en verano. Los cursos de verano que organiza la Universidad Complutense de Madrid multiplican su dinámica. Los cientos de estudiantes que acuden a los cursos disponen de una gran oferta cultural. La combinación de exposiciones, conciertos, representaciones teatrales y demás actividades del intelecto con escenarios de belleza histórica suponen una tentación para muchos. El ambiente se caldea de noche con un lleno casi diario en los locales de copas. Y eso a pesar de la fresca brisa que baja de la montaña.Un dato resulta suficientemente significativo del cambio de la capital cultural de la Comunidad de Madrid, vieja corte con el monarca Felipe II: la población de la localidad se dispara de los 15.000 a los 50.000 habitantes.Por las aulas de la Universidad de Verano de San Lorenzo pasarán 7.000 alumnos este verano. A 2.000 de ellos la semana de estudios le sale barata porque están becados. Los estudiantes no tienen tiempo para aburrirse. La Universidad organiza conciertos en el imponente Patio de Coches del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial y otros actos como el que trajo, dentro del ciclo denominado la semana poética, a José Hierro para que explicara los entresijos de su escritura.
Al aire libre
En el punto de mira de estudiantes y turistas está el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, que sólo en un día de fin de semana de agosto recibe unas 5.000 visitas mientras que en invierno no alcanzan ni las 500. Un edificio de gran belleza anexo al monasterio, el Real Coliseo de Carlos III, salta a escena en agosto con el IIFestival Internacional de Teatro Clásico. El festival también saca el teatro a la calle con representaciones en la plaza de Jacinto Benavente. El Ayuntamiento improvisa en plena calle el escenario y las representaciones, que son gratuitas, se llenan de público.La Casa de la Cultura navega a una velocidad de al menos una exposición por semana, aunque en ésta coinciden cinco al mismo tiempo. Hoy se celebra la Travesía de las Cumbres, un tradicional paseo veraniego por los montes que rodean al monasterio y que reúne a cerca de un millar de turistas que pasean por la sierra en un recorrido de 25 kilómetros.
San Lorenzo pierde su condición de capital cultural cuando se acaban los cursos de verano. Entonces la localidad envejece, entristece y se hace menos ruidosa. Algunos, los menos, lo agradecen.
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