Llamamiento a la movilización general

Alertados de las intenciones de la Asamblea Constituyente de comenzar la limpieza de corruptos y vividores del presupuesto nacional por los sindicatos, los dirigentes de la gigantesca Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), que agrupa a unas 3.000 organizaciones obreras y gremiales de todo tipo, decretaron ayer la movilización general en Venezuela de todos sus afiliados y simpatizantes en todas las sedes que la confederación tiene en el país.La decisisón la tomaron ante el peligro de asalto inmediato si, como se espera, la convención decide el martes que viene liquidar de un golpe a esta agrupación y se incauta de sus bienes y propiedades, según el texto elaborado por un grupo de constituyentes.

La movilización general obrera la anunció ante la prensa el presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, Federico Ramírez, quien además confirmó que ha pedido ayuda a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), de la que Venezuela forma parte desde 1919, para que trate de frenar el atropello.

Ramírez indicó que ha comunicado el grave peligro que corren los sindicatos venezolanos a sus colegas de los principales países desarrollados y que ha recibido numerosas muestras de apoyo.

La mención a la Organización Internacional del Trabajo causó bastante preocupación entre los asambleístas, según reconocieron algunos constituyentes, pues de protestar formalmente este organismo se añadiría un enemigo más a la lista de contrarios a la revolución de Chávez, bastante extensa ya desde que el presidente denunció una campaña internacional.

El anteproyecto de intervención preparado para su discusión el próximo martes prohíbe además la salida del país de la cúpula sindical, sin que la orden haya sido ratificada por juez alguno.

¿Y quién garantiza la defensa de los trabajadores mientras dura la emergencia?, se le preguntó a Nicolás Maduro, uno de los ponentes del decreto de intervención.

"La política laboral de un Gobierno que ha llegado para hacer respetar los derechos de los trabajadores", contestó el antiguo sindicalista en el metro de Caracas, hoy metido a legislador. "No va a haber vacío, sino que se va a llenar el que ha dejado la corrupción sindical", explicó.