Fotos de Juantxu Rodríguez animan un debate sobre el reportaje social

El 22 de diciembre se cumplen 10 años de la muerte del fotógrafo Juantxu Rodríguez, quien cayó abatido por disparos de tropas estadounidenses mientras cubría para EL PAÍS la información sobre el conflicto en el mismo canal de Panamá, que este año EEUU devuelve al país centroamericano. Sus colegas han organizado en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander una exposición dedicada al fotógrafo.

Además de la muestra, que incluye 65 fotografías en blanco y negro, los fotógrafos Carlos de Andrés, Pablo Hojas y Joan Costa han recuperado el espíritu de unos encuentros que Juantxu Rodríguez organizó en los años ochenta. En El reportaje social: información y compromiso, profesionales de la fotografía debatirán a partir de mañana en torno al significado del compromiso en la información visual.Cuando a Juantxu Rodríguez lo mataron, con 32 años, sus colegas Ramón Esparza, Eduardo Momeñe y Carlos de Andrés montaron una exposición itinerante con una selección de sus fotos, que la editorial Lunwerg editó en su momento con formato de libro. Esta muestra ha recuperado buena parte de esos retratos, fotos de un reportaje sobre la margen izquierda de la ría de Bilbao, de una serie sobre boxeo y de un trabajo que Rodríguez hizo en el Bronx neoyorquino, con una beca de la Menéndez Pelayo. "Juantxu quería buscar a la gente donde está la gente. Ésta es una idea de Newman, que en los años treinta se interesó por retratar a los personajes en su entorno", explica Carlos de Andrés.

El encuentro busca hablar de las condiciones que se encuentran los fotógrafos que trabajan por libre, de sus relaciones con los medios de comunicación o con las editoriales, además de proporcionar un foro de reflexión en el que los profesionales intercambien experiencias. "La fotografía de ensayo refleja las inquietudes del fotógrafo, su manera de pensar mientras se enfrenta al trabajo. Hace años podíamos creer que era un trabajo de denuncia, en el sentido de contar cosas pensando que podían corregirse. Hemos visto un montón de fotos de guerra y todo sigue sucediendo. Estar comprometido no implica una denuncia, se trata de mostrar lo que ocurre", insiste.

Reportajes de investigación que exigen un tiempo y un dinero que no siempre se tiene. Luego, la dificultad de venderlos a los medios o las agencias, y el rechazo de muchos directores que sólo quieren "historias light y con glamour" en sus publicaciones. "Yo creo que la gente ya está harta y quiere temas más cercanos a su realidad. Ya hemos visto muchas veces lo bonitas que son las playas de Australia y lo interesante que es la superficie de Marte. A lo mejor se podría mostrar lo que pasa con la tercera edad o con la inmigración en España".