Mercosur, amenazado
La falta de acuerdo en la reunión de los países que integran Mercosur, tras las fricciones surgidas entre sus dos principales miembros, Brasil y Argentina, es la última de las señales adversas en la preocupante situación económica de aquella región. La pretensión del Gobierno argentino de neutralizar la capacidad competitiva de Brasil surgida de la devaluación del real, mediante restricciones a la importación, amenaza con abrir una guerra comercial de graves consecuencias. Brasilia anunciaba ayer que demandará a su vecino ante la Organización Mundial del Comercio.El último brote de la crisis financiera asiática alcanzó a la más importante de las economías latinoamericanas y principal socio comercial de los cuatro que integran Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay). Brasil es origen y destino de más de la tercera parte de los intercambios de la otra gran fuerza de la zona, Argentina. Sujeta ésta a las restricciones de un régimen cambiario que le obliga a mantener una paridad unitaria con el dólar, y depreciada significativamente la moneda brasileña y contraída su demanda, los intercambios entre ambos países se dan ahora en condiciones muy distintas a las de hace apenas seis meses; las exportaciones argentinas a Brasil han caído en la primera mitad de este año un 30%, sin que se atisben cambios en esa tendencia.
La capacidad de respuesta argentina, más allá del recurso al proteccionismo, es limitada. La proximidad de las elecciones presidenciales obliga a Buenos Aires a presentar un balance mejor que el recesivo que exhibe hoy, con una tasa de desempleo convertida en arma arrojadiza en manos de la oposición y un tipo de cambio cuya preservación obliga a mantener los tipos de interés en niveles excesivamente elevados.
La solución, difícil, nunca debe pasar por debilitar Mercosur. Por el contrario, urge que sus cuatro miembros avancen hacia la definición de compromisos cambiarios, hacia la unión monetaria regional. Dolarizar la zona o utilizar políticas comerciales de agresión al vecino no parecen las alternativas más viables.
