Del Actor"s Studio al pedo mediterráneo

Toda la compañía se mostraba eufórica el viernes tras el estre-no, especialmente John Strasberg, que no ignoraba que mientras el espectáculo era calurosamente aplaudido (si bien falló el deficiente sonido), un sector del público se mostraba indignado por lo que consideraba una traición a Aristófanes y al sagrado recinto del emeritense Teatro Romano: "La obra pide que se trate con un humor disparatado, no he dejado de respetar lo que Aristófanes ha escrito, y la opción de hacer una comedia musical ha definido el montaje", dice este director, hijo de Lee Strasberg, fundador del internacionalmente famoso Actor"s Studio; una escuela que asegura que le ha servido para poner su voz a las sonoras ventosidades que se oyen en el espectáculo: "Saber reproducir pedos es un gran trabajo", dice con su acento de neoyorquino culto. "Me ha costado 10 años de estudios en el Actor"s Studio, pero sobre todo he perfeccionado esta técnica con un gran maestro que vive en las montañas de California. Me refiero a la mula Kiddie, una pedoísta estupenda, a la que dedico el espectáculo junto a Aristófanes, que estoy seguro que reproducía pedos bastante bien", añadió. Carrión, cuyo personaje utiliza tan elaborados cuescos, también mostraba su euforia: "Estoy encantado de pasar de Ricardo III a cagón mediterráneo. Aristófanes hizo un gran regalo a los actores cuando escribió esa escena escatológica de la que dicen que para interpretarla hay que ser un poco valiente, pero yo creo que lo que hay que ser es humilde", dice este actor que considera que la obra es un juego aristofánico para dejar mal a la democracia: "Entonces y ahora es un sistema político que es una estafa. No es más que tejemanejes de unos representantes del pueblo..., es lo que estamos viviendo... y el teatro tiene que dejar de hacer homenajes y empezar a dar caña".