La guerra de los niños

Las Fuerzas Armadas de Colombia conocían los preparativos de la ofensiva llevada a cabo el fin de semana por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), cuyas consecuencias fueron muy negativas para esa guerrilla, informó ayer el general Fernando Tapias. El jefe militar declaró a Radionet que muchas de las más de 200 víctimas rebeldes son menores. Tapias agregó que las FARC, la principal guerrilla del país, pidieron posponer la apertura de las negociaciones con el Gobierno -prevista para el 7 de julio- "para desatar esta ofensiva". El grupo guerrillero solicitó la semana pasada el aplazamiento hasta el 20 de julio, al alegar que sus delegados no pudieron llegar a tiempo al lugar de las reuniones, y también por temor a la presencia de militares y paramilitares en la región desmilitarizada para el proceso de paz. "Conocíamos que estaban haciendo preparativos en el área de distensión y estaban entrenando, reclutando, llevando más armas y diseñando artefactos de guerra", dijo Tapias. El general denunció "con horror cómo [las FARC] están llevando niños a la muerte". "Ellos mandan unas cortinas [avanzadillas], que llaman, de jóvenes de 15 y 16 años, y creo que incluso deben estar dopados, lo cual es totalmente infame, porque los reclutan a la fuerza y los lanzan a la muerte de una forma despiadada", dijo.

La zona neutral tiene más de 42.000 kilómetros cuadrados y está formada por cinco municipios de los departamentos del Caquetá (sur) y el Meta (este), y cerca de dichas localidades se llevaron a cabo varios ataques rebeldes.