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Una exposición repasa en Barcelona la recurrencia del erotismo en el arte

La exhibición 'Jardín de Eros' estará abierta hasta el 7 de noviembre

Jardín de Eros es el título de una exposición de arte erótico que se abrió ayer en dos espacios: el palacio de la Virreina, de Barcelona, y el centro Tecla Sala, de L"Hospitalet de Llobregat. Se trata de un recorrido histórico y temático (Virreina) por el erotismo en el arte, con piezas de Picasso, Dalí, Tàpies y Marcel Duchamp, entre otras, a la vez que una mirada contemporánea (Tecla Sala) a los símbolos sexuales.

"Hemos pretendido mostrar la recurrencia erótica en la historia del arte. De qué manera se van representando los fantasmas eróticos a través del tiempo y de las distintas manifestaciones artísticas", dijo ayer Victoria Combalía, comisaria de la exposición, que permanecerá abierta hasta el 7 de noviembre. En el palacio de la Virreina se exhiben 351 piezas, entre las que hay obras de Picasso, Dalí, Tàpies, Marcel Duchamp, Francis Picabia, Man Ray, Magritte y Dora Maar, junto a creaciones orientales y primitivas. En Tecla Sala, se prolonga la exposición con una mirada moderna al erotismo en el arte en 52 obras, de Ana Laura Aláez, Yoko Ono, Nan Goldin, Esther Ferrer, Rebecca Horn, Charo Pradas, Bernardí Roig y Carlos Pazos, entre otros artistas. "Hay una distinción obvia entre lo que es erótico y lo que es pornográfico: la pornografía aspira sólo y en primer lugar a la excitación sexual y no tiene como interés principal la estética", señaló Combalía. La exposición, compuesta en su mayoría por piezas de coleccionistas privados, apuesta por lo sexual en un momento en que los grandes museos internacionales se muestran poco dispuestos a exhibir sus fondos de tema erótico.

En la exposición se prohíbe la entrada a los menores de 18 años que no vayan acompañados de personas adultas. La entrada en el palacio de la Virreina puede herir sensibilidades. El visitante se encuentra con una pantalla situada a nivel del suelo donde se proyecta la película de Man Ray Dos mujeres. Las protagonistas realizan todo tipo de juegos amorosos.

Jardín de Eros se organiza en el palacio de la Virreina en apartados temáticos, excepto las salas dedicadas a las corrientes expresionista y surrealista. En la primera, pueden verse los trabajos del expresionismo centroeuropeo de George Grosz y Otto Dix, que reflejaron el ambiente de comercio sexual de los burdeles del Berlín de los años veinte. Un dibujo tapado por una cortina de Dix se presenta también en la sala dedicada al sadismo, junto a diversos artilugios de esta práctica sexual y el único retrato conocido del marqués de Sade, obra de Van Loo. En la sala dedicada al surrealismo, se exhiben obras de Salvador Dalí, junto Magritte, Max Ernst y Dora Maar.

En Tecla Sala, la visión del tema sexual no sólo es formalmente más contemporánea, la amplitud de miras del erotismo, que se deduce de las obras, va más allá del clásico planteamiento del artista masculino que enfoca en una determinada línea la sexualidad. La presencia de la mujer en el mundo del arte ofrece un campo mucho más amplio que el determinado por las fijaciones sexuales del varón.

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