El Gobierno belga autoriza la producción y venta de Coca-Cola
El Ejecutivo exige cinco condiciones a la multinacional para su vuelta al mercado
El Ministerio de Sanidad belga autorizó ayer el retomo de la producción y venta de todos los productos de la gama Coca-Cola, con la condición de que la compañía cumpla cinco requisitos: utilización de nuevas materias primas; limpieza profunda de las instalaciones implicadas; refuerzo de medidas de seguridad; vigilancia amplia de la fabricación y recogida y destrucción de todos los productos cuya comercialización fue prohibida. El Gobierno de Perú, mientras tanto, reconoció anoche que 128 toneladas de leche en polvo belga, contaminadas con dioxina, habían ingresado en ese país.
Las dos fábricas de Coca-Cola en Bélgica, situadas en Wilrikj y Gante, podrán volver a producir desde hoy la gama completa de los refrescos pertenecientes a la firma, según señaló el ministro de Sanidad, Luc van den Bossche. La semana pasada, el Gobierno belga ya dio su visto bueno a la comercialización de las bebidas periféricas de la marca (Nestea, Aquarius y los zumos de frutos Minute Maid, entre otras) pero permanecieron prohibidos los refrescos de Coca- Cola, Fanta y Sprite.
Las 28.000 máquinas automáticas de Coca-Cola en los que se había detectado un olor raro seguirán estando por ahora fuera de ser vicio, añadió el ministro. Las importaciones procedentes de la fábrica de Dunkerque (Francia) se mantienen prohibidas hasta que Francia libere los productos de la empresa para el mercado belga.
Precisamente, la Justicia francesa abrió ayer diligencias para establecer responsabilidades sobre las intoxicaciones registradas, lo que probablemente retrasará la reapertura de la fábrica.
El Ministerio de Sanidad belga descartó las hipótesis barajadas por la compañía sobre las causas de la contaminación. Para las autoridades belgas, la razón más probable seria un accidente ocurrido durante el proceso de producción y transporte. Van den Bossche estimó, por tanto, que es "poco probable" que se vuelva a producir. El ministerio añadió que el origen de los síntomas mostrados por las personas afectadas podría ser una combinación de "problemas objetivamente constatados y de una reacción exagerada involuntaria".
En España, la consejería de Sanidad y Bienestar Social de Castilla y León informó ayer de que había inmovilizado 3.600 nuevos botellines de Coca-Cola en la localidad de Valderas (León).
Dioxina en Perú
Mientras tanto, el Gobierno de Perú anunció a última hora de ayer que 128 toneladas de leche en polvo procedentes de Bélgica, y contaminadas con dioxina, habían ingresado en ese país a mediados de marzo, un mes antes de que estallara el escándalo. La partida, destinada a un programa de alimentación, fue inmovilizada antes de que llegara a consumirse. El Gobierno peruano, que prohibió hace tres semanas el ingreso de productos lácteos belgas, no especificó que niveles de dioxina fueron detectados en la leche.
Por otra parte, España deberá analizar las partidas de aceite vegetal que importó este año de la empresa belga Fogra, causante de la contaminación por dioxina, según anunció ayer la Comisión Europea. Las partidas inmovilizadas hasta ahora probablemente no estén contaminadas, ya que ingresaron en territorio español después de abril (la contaminación se produjo en enero), pero la Comisión cree que se deben analizarse "para despejar todas las dudas".
Fogra exportó aceites vegetales a España cuando se le prohibió venderlo en Bélgica. El viernes pasado, el Gobierno belga informó de que habían sido 140 las toneladas exportadas, aunque posteriormente se ha podido comprobar que eran 202, bastantes más que las señaladas por Bélgica y por la Comisión, que ayer hizo referencia a "cuatro o cinco camiones con 25 toneladas cada uno".
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