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Las grasas con dioxinas también se vendieron a firmas cosméticas

La empresa Verkest, que distribuyó la grasa contaminada con dioxina a los productores de alimentos para animales, también suministró ese producto a la industria de cosméticos, según los expertos comunitarios que investigan el caso. La federación belga de industrias cosméticas ha aconsejado a sus miembros que examinen la procedencia de los ingredientes utilizados en la elaboración de jabones y champús, según informó ayer la RTBF (radio televisión francófona). Representantes de esas industrias señalaron que, de confirmarse la existencia de una contaminación, los consumidores no correrían ningún riesgo, ya que esos productos cosméticos no son ingeridos y no permanecen en la piel después de haber sido utilizados. Sin embargo, expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) han advertido que estas sustancias tóxicas "se depositan en el hígado y tejido adiposo a través del sistema linfático, y algunas dioxinas también se depositan en la piel".

En España, el ministerio de Sanidad informó de que "no se ha apreciado la existencia de riesgo que exija la adopción de medidas cautelares" ya que la UE no ha puesto en marcha la red de alerta de productos de consumo.

Los investigadores comunitarios, por otra parte, sospechan que la empresa valona Fogras, encargada de recolectar aceites para Verkest, que a su vez se dedica a la elaboración de grasas para alimentos compuestos, pudo ser la causante de la contaminación.

Por otra parte, la federación de industrias lecheras belgas protestó ayer por el bloqueo de camiones cargados de leche en las fronteras francesas e italianas. "La Comisión Europea ha constatado el bloqueo en las fronteras francesas, pero no ha hecho nada contra ese país", se lamentó un representante de las industrias belgas.

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