El recuerdo de la guerra civil marca el XXXI Premio Ateneo de Sevilla

La guerra civil continúa viva en el corazón de muchos. Esto es, al menos, lo que sugieren algunas de las novelas presentadas al Premio Ateneo de Sevilla. El galardón se falla esta noche. El presidente del Ateneo, Antonio Hermosilla, hizo ayer hincapié en este hecho al presentar la 31ª edición del premio. Dos de las 10 novelas finalistas se enmarcan en la guerra civil. "Ha habido un aumento notable del tema de la guerra civil. Ha vuelto este tema pasados 60 años de su final", explicó Hermosilla.

De hecho, en la anterior convocatoria, las novelas centradas en la contienda no llegaban a la media docena. Esta cifra se ha cuadruplicado este año. Un total de 234 novelas se han presentado al galardón, de las que 19 optan también al IV Premio Ateneo Joven. A este segundo premio se han presentado 52 obras. El Premio Ateneo está dotado con siete millones de pesetas. El ganador del Ateneo Joven se embolsará dos millones. El jurado del premio está integrado por Hermosilla; el profesor de Literatura Española de la Universidad de Sevilla Miguel Cruz; el presidente de la Sección de Literatura del Ateneo de Sevilla, Aurelio Verde; el crítico literario Ángel Basanta; y el editor de Algaida Miguel Ángel Matellanes. La editorial Algaida publicará las dos novelas ganadoras. El fallo se hará público esta noche en el transcurso de una cena en el hotel Al-Ándalus Palace de Sevilla. Las bases de la convocatoria impiden la división de ninguno de los premios ni que éstos queden desiertos. Francisco Prior, director de la editorial Algaida, destacó ayer la progresión imparable del Premio Ateneo Joven. "El público lector recibe mejor las novelas de jóvenes que el otro tipo de obras. Incluso se ha dado el caso de una novela del premio joven que será traducida al alemán", explicó Prior. La decena de novelas finalistas de esta edición del Ateneo son Juicio a la memoria, de Sara Karlik (Chile); Mis visitas al paraíso, de Luis Ojeda (pseudónimo y procedente Burgos); Mrs. Vega, de Curro Uríes (pseudónimo y procedente de Madrid); Los primeros de Filipinas, de Ney (pseudónimo y procedente de Valencia); El barco peregrino, de José Asenjo Sedano; Andrés frente al espejo, de Ana María Pleguezuelo (pseudónimo); Juego para tres, de Manuel L. Alonso (Granada); El reino chico, de Javi Truben (Barcelona); Equívocos, de Pepita Turín (pseudónimo); y Paso a dos, de A. Federico (pseudónimo y procedente de Madrid). Esta última novela y Andrés frente al espejo abordan la guerra civil. Un total de 99 novelas presentadas no llevaban ninguna información de su procedencia. El resto dibujan un cuadro completo que incluye a España, Europa, América e, incluso, Oceanía. Madrid, con 50 novelas, y Andalucía, con 39, son las comunidades autónomas más repetidas a la hora de clasificar la procedencia de las novelas. Hay también 21 novelas procedentes de América; 19 de Cataluña; 14 del País Valenciano; y cuatro del resto de Europa, entre otras zonas geógraficas. Una novela procede de Australia. Junto a la guerra civil hay otros temas recurrentes en esta edición, tales como las relaciones amorosas (17%); la novela negra o de intriga (16%), fantástica y de ciencia ficción (10%), y de aventuras y viajes (8%), entre otros. Las tres novelas finalistas del premio joven son Brevísima, de Leila Mácor (Uruguay); Pero yo estaré contigo, de Juan Pablo Castel; y La ciudad imaginaria, que procede de Barcelona. El Ateneo es un premio consolidado en el panorama de la literatura española. Sus 31 ediciones lo colocan en el trío de galardones más antiguos junto a los dos premios literarios españoles por antonomasia, el Nadal y el Planeta. Autores de la talla de José Manuel Caballero Bonald -con Toda la noche oyeron pasar pájaros (1981)- o Juan Marsé -con El amante bilingüe (1990)- han ganado el Premio Ateneo.