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ELECCIONES EUROPEAS 1999

Aumenta la fragmentación del mapa político italiano

El mapa político italiano ha quedado todavía más fragmentado tras las elecciones europeas celebradas el pasado domingo, en las que ha destacado el triunfo del partido conservador de Silvio Berlusconi, la práctica desaparición de la Democracia Cristiana (DC) -que durante más de 40 años llevó las riendas del país-, el triunfo personal de la comisaria europea, Emma Bonino, y la irrupción con fuerza en el panorama político del movimiento liderado por el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi. La participación electoral en Italia, el 78% del censo, ha sido la más elevada de la Unión Europea, si se excluye a los países en los que es obligatorio el voto.

La formación del empresario y exprimer ministro Silvio Berlusconi -Forza Italia- se alzó con la victoria con el 25,2% de los sufragios, lejos, sin embargo, de su triunfo parlamentario de 1994, cuando obtuvo el 30,6%. Con este triunfo, Berlusconi asegura el liderazgo de la derecha para su formación política, Forza Italia (FI), ya que su socio político, Gianfranco Fini, líder de la posfascista Alianza Nacional (AN), se ha quedado en el 10,3% de los votos.

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Forza Italia ha superado ampliamente a Demócratas de Izquierda (DS, ex comunista), del primer ministro, Massimo d"Alema, que ha obtenido el 17,5% de los votos. D"Alema ha reconocido que el resultado de su formación política, la primera de la izquierda italiana, era "poco brillante".

Irrupción con fuerza

Pero ha sido la irrupción con fuerza del partido creado por Romano Prodi hace tan sólo algunos meses, Los Demócratas, el que ha cambiado el panorama político dentro de la coalición de gobierno en Italia con el 7,7% de los votos obtenidos. Desbancado de la jefatura del Gobierno el pasado mes de octubre, se había opuesto a la ampliación de la coalición del Gobierno a los antiguos democristianos, y preconizó el retorno a los ideales del Olivo, la alianza que en 1996 permitió a la izquierda llegar al poder por primera vez en Italia. D"Alema declaró ayer, sin embargo, que no era cuestión de proceder a reajustes dentro del seno del Gobierno tras los comicios europeos, ya que "no plantean problemas para la estabilidad del Gabinete".

Los italianos ha primado la única lista que puso a Europa en el centro de su campaña: la de la comisaria europea y antigua dirigente del Partido Radical, Emma Bonino, que logra el 8,5% de los sufragios.

"La auténtica sorpresa de las elecciones se llama Emma Bonino", resaltaba ayer la prensa italiana, que subrayaba que la campaña "antipartitocracia" de Bonino había tenido amplio eco en el electorado. El escrutinio europeo ha supuesto también la continuación del hundimiento de los herederos de la Democracia Cristiana.

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