_
_
_
_

"Negra y luminosa"

En una de sus cartas, Octavio hace un comentario de "Mascarada", el último libro de Gimferrer; la respuesta de éste es inédita

Querido Pere: (...) El poema está recorrido por un erotismo fantasmal y que merece el adjetivo tan amado por los surrealistas: escandaloso. ¿Reparos? En verdad, sólo uno: me parece que no eres justo con Felipe González. Condenar es fácil... Hay también la cuestión espinosa del "ángel de la coprofilia". Amo los excesos pero las metáforas audaces que envuelven a esa práctica con una luz sulfurosa y, hay que decirlo, inocente, no me reconcilian. He leído cientos de novelas libertinas y te confieso que ciertas páginas de esos libros provocan en mí una invencible repulsión. Pero no condeno esos pasajes por lo demás -con aciertos admirables-, sino que los aparto de mí. Mi reacción es física, no moral ni estética. (...) Perdona esta interrupción y perdona también mi franqueza. Tenía el deber de decírtelo. Y apenas lo digo, agrego: esto no empaña tu poema. Si me es difícil seguirte en esos atrevimientos, no lo es decirte que mis escrúpulos no son morales ni estéticos: son una sensación y nada más. En fin, Mascarada es una obra singular, a un tiempo negra y luminosa; una obra única en la poesía moderna de este tercio final del siglo. Un texto como la aparición en una solitaria calle nocturna de una figura con el rostro absolutamente blanco en un traje flotando y absolutamente negro. En cuanto a mi salud: me recobro pero con demasiada lentitud; los dolores y las molestias todavía no me dejan. Escribí esta carta como un recurso en contra de las embestidas de la enfermedad, que se resiste a dejar mi cuerpo.

Más información
Paz hablaba así

Querido Octavio:

Recibida tu carta, no quiero dejar de agradecértela inmediatamente. Me ha animado y reconfortado muchísimo, aparte de conmoverme por las circunstancias personales tuyas en que ha sido escrita. Yo, la verdad, creo que en ciertos momentos, en ciertos poemas, Aragon es insuperable; no siempre, pero sí en determinados textos concretos. Pero agradezco de todos modos muchísimo esta tan generosa valoración. En lo que no pertenece al orden de la valoración literaria, lo relativo a Felipe, sería en todo caso tema para una conversación entre Juan Goytisolo (*), tú y yo. Y en los aspectos escatológicos, no creo haber ido más allá que Apollinaire en los poemas -no recogidos en La Pléiade- que le publicó Pascal Pia y particularmente en Le verger des amours. (...) Una cosa llamativa es que la imagen con que describes finalmente mi texto me recuerda poderosamente ciertas visiones fugaces que aparecen en los Taccuini de D'Annunzio: pienso en un paisaje remoto en Egipto, en la brusca aparición de un infarinato que resulta ser un hombre, creo recordar, con una mancha blanca de lepra en el rostro, o tal vez un albino, no estoy seguro. Pero este oscuro pasaje de D"Annunzio, que es muy improbable que tú recuerdes, me dejó a mí profunda impresión, y, en cierto modo, siempre he querido emularlo. Al parecer, lo logré esta vez. Y una cosa excelentemente vista, porque era esencial en mi planteo, es el mantenimiento de la inocencia en la perversidad: con una actitud deliberadamente casi infantil (en el fondo, pues, muy freudiana). Y es totalmente cierto lo del poema postsurrealista, ya que, en buena medida, es tributario de algunos poemas tuyos de ambiente parisino recogidos en Salamandra, y muy especialmente de Noche en claro..

Como siempre, todo lo que me dices, aparte de alentarme, me da razones para reflexionar y me alecciona.

* A Juan Goytisolo, muy apreciado por Paz, le habían parecido muy bien las referencias críticas a Felipe González que hay en Mascarada. Cuando Gimferrer se lo explicó, Paz le dijo: "Pero es que a Goytisolo le parece bien meterse con cualquier presidente de Gobierno".

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_