El mal tiempo adelanta el final de la campaña fresera de Huelva

La campaña fresera de Huelva finalizará este año los próximos días, un mes antes de lo habitual. Las causas son las inclemencias del tiempo y la falta de mano de obra, según anunció ayer Pedro Marín, presidente de Freshuelva, la asociación que aglutina a más del 90% de los empresarios del sector en la provincia. Este final anticipado de la temporada ocasionará, además, una reducción notable de la producción final, que se situará en unas 200.000 toneladas de fruto, un 35% menos de lo previsto por los empresarios del sector, que auguraban recoger en torno a las 315.000 toneladas. Las variaciones climatológicas, los constantes cambios de temperatura, "frío en los primeros meses del año y calor a finales de marzo y comienzos de abril", y las intensas lluvias de los últimos días sobre las plantaciones han provocado una importante "degradación del fruto", que se ha podrido. Además, añadió Marín, "gran parte de la cosecha se encuentra madurada en exceso, por haberse mantenido demasiado tiempo sin recoger". Preocupación Según el presidente de Freshuelva, "ésta ha sido una temporada atípica y puede darse casi por acabada". "Todos estos problemas, ajenos al desarrollo normal de la campaña, han dado lugar a una gran preocupación en el sector y entre los agricultores, que se encuentran con las manos atadas", dijo. Las fuertes precipitaciones impiden también, en la actualidad, que los temporeros puedan desarrollar "con normalidad" las tareas de recolección. A estos imprevistos, dijo Marín, "hay que unirles el de la ausencia de trabajadores en los campos, sobre todo de aquéllos que ya han alcanzado las 35 peonadas para acogerse al AEPSA [antiguo PER], por lo que han abandonado las plantaciones, entre ellos los que provienen de la comarca onubense del Andévalo". El presidente de Freshuelva reconoció que la presente campaña "no ha sido buena". "Provocará también importantes pérdidas de dinero para algunos agricultores, sobre todo los que cuentan con una capacidad económica más limitada y a los que no les ha dado tiempo a recoger la totalidad del fruto. Todavía no podemos ofrecer una cifra concreta sobre estas pérdidas porque aún no se han valorado todos los daños", comentó Marín. La exportación se ha resentido también este año. "Se dejarán de colocar en el mercado unas 100.000 toneladas de fresas, si esta situación no cambia de manera radical". Pedro Marín subrayó: "No se puede hablar de la peor campaña de los últimos tiempos porque en el campo hay temporadas buenas y malas. La media se debe evaluar cada cinco años y esto es algo que conocen perfectamente los agricultores".