Los homenajes a Borges en su centenario protagonizan la Feria de Buenos Aires
Los autores españoles y anglosajones centran el interés del público que acude al certamen
La 25ª edición de la Feria del Libro de Buenos Aires, que se celebra bajo el lema Con la gente y por la cultura, tiene estos días un protagonista indiscutible en la figura de Jorge Luis Borges, el año que se cumple el centenario de su nacimiento. Un gran stand de la Secretaría de Cultura de la Nación dedicado exclusivamente al escritor argentino fallecido en 1986 y diversas actividades sobre Borges organizadas por la Fundación el Libro acaparan la atención del numeroso público que asiste diariamente al centro de exposiciones de la capital argentina. La feria se clausura el próximo lunes 3 de mayo.
Especialistas de diversos países han participado en el encuentro internacional en homenaje al escritor, coordinado por Héctor Yánover y dividido en cinco sesiones: Borges y la literatura argentina, Borges y la literatura universal, Borges lector, Borges y la traducción y Los temas de Borges. Otro ciclo, bajo el título de Borges para todos -con La vida, El placer de la lectura, Borges oral y Una geografía de Buenos Aires-, ha alternado actividades académicas y artísticas, con la participación de actores y músicos.
Más público y menos ventas
Los organizadores señalan que en la primera semana la asistencia de público ha sido ligeramente superior a la edición del año pasado, aunque las ventas han disminuido un poco. Un millón de personas visitó el recinto ferial en 1998. Abunda la presencia de editoriales españolas, que controlan no menos del 50% del mercado argentino, en un negocio que mueve entre 300 y 400 millones de dólares anuales (unos 45.000 millones de pesetas). Planeta, Sudamericana, Grijalbo, Santillana, Aguilar, Alfaguara, Grupo Z, Océano, Norma..., todas ellas de capital foráneo, ocupan un 80% de la cuota editorial en Argentina. Los autores españoles que han acudido a la feria son Arturo Pérez-Reverte, Fernando Savater, Enrique Rojas y José Manuel Pérez Tornero. Almudena Grandes llegará la próxima semana. Pérez-Reverte ha confirmado su gancho entre el público argentino. Los actos en los que ha participado han despertado gran expectación. Con motivo del Día de España habló ante un auditorio a rebosar en un debate con Marcos Aguinis bajo el título Lengua española e historia en la creación literaria. Paralelamente, participó en actividades de promoción en colegios, donde se llevó una sorpresa al comprobar el grado de conocimiento de sus textos entre los alumnos. "No sabíamos que los libros de la serie del capitán Alatriste se utilizan casi como libros de texto para explicar la historia de España en algunos centros escolares, por iniciativa de los propios docentes y bibliotecarios", explica Fernando Estévez, director de Alfaguara Argentina.
La presencia de autores anglosajones, más abundante que la de españoles, ha acaparado el interés del público, especialmente hacia algunos autores de best sellers mundiales. Los novelistas norteamericanos Larry Collins, Patricia Cornwell, Robin Cook y Erica Jong; y los ensayistas Daniel Goleman y Alvin Toffler han firmado sus ejemplares y han participado en conferencias y debates. El brasileño Paulo Coelho y el mexicano Carlos Fuentes son los dos grandes autores esperados en la feria, especialmente el primero, que ocupa con frecuencia los primeros lugares de las listas de ventas. Los portugueses João de Melo y Lidia Jorge; el ensayista francés Gilles Lipovetsky; Tomás Eloy Martínez, novelista, profesor universitario y periodista argentino residente en Estados Unidos, o el bangladesí Muhammad Yunus, conocido como "el economista de los pobres", han pasado por la Feria de Buenos Aires.
Divorcio
Se cumple lo que reflejan las listas de libros más vendidos: hay un divorcio entre el público y sus autores. Ernesto Sábato, con Antes del fin, es el único que ocupa un lugar entre los 12 primeros. La feria no ha sido ajena a esta realidad, y los autores argentinos quedan a larga distancia de los grandes nombres extranjeros -Fuentes, Coelho, Saramago- en el cómputo de ventas. En Argentina se escribe muy bien, pero no termina de interesar al público, a pesar de que hay un alto índice de lectura. "Pasado el boom de la novela histórica, no ha habido un recambio en la literatura argentina", señala Estévez, lo que de alguna manera termina por ahuyentar al lector potencial. A ello hay que añadir la escasa presencia de escritores y de espacios culturales en la televisión.
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