París asegura que cerca de 310.000 kosovares han salido de Serbia

El Gobierno de París indicó ayer que alrededor de 310.000 kosovares han abandonado sus poblaciones en los últimos días forzados por las fuerzas de la policía y del Ejército serbios. De acuerdo con las informaciones que maneja el Ejecutivo francés, unos 150.000 han logrado ya refugiarse en los Estados vecinos, mientras que los 160.000 restantes se encuentran todavía en las rutas de montaña o en las carreteras de Kosovo, huyendo de la represión, el pillaje y los incendios provocados por las fuerzas serbias. La portavoz del Ministerio de Exteriores, Anne Gazeau- Secret, especificó que 90.000 kosovares han cruzado la frontera con Albania, 50.000 la de Montenegro y 12.000 la de Macedonia."Nos preocupamos por esta gente, pero me temo que la peor parte se la van a llevar los 1,2 millones de kosovares que siguen en su tierra", indicó ayer la comisaria europea para la ayuda humanitaria, Emma Bonino. La comisaria se confesó alarmada por el hecho de que los medios de comunicación serbios no hayan aportado imagen ni información alguna sobre la población masculina kosovar que ha sido separada de las mujeres, los niños y los viejos.

"Las fosas comunes están llenas de las medias promesas de Milosevic", comentó Bonino, tras señalar que el rechazo del dirigente serbio a permitir la organización de misiones humanitarias es "una violación permanente del derecho internacional". Según el delegado para Francia de los sindicatos kosovares, Malic Brahimi, el presidente de los sindicalistas de Kosovo, Agim Ajrizi, fue asesinado el domingo en Pristina junto a su hijo y su madre. Bonino se reunirá hoy en Petersberg (Alemania) con la comisaria de la ONU para los refugiados, Sadako Ogata, y con el presidente de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Knut Vollebaek, para hacer frente a una situación dramática que empeora día a día.

Carecen de alternativa

Tras las vacilaciones de días atrás, superadas con el discurso pronunciado por Jacques Chirac el lunes, el Gobierno francés parece haber recuperado la determinación de los primeros días de la ofensiva militar contra el régimen de Belgrado. Ayer, ante la Asamblea, el primer ministro, Lionel Jospin, aseguró que Francia "no va a ceder en su propósito de romper el aparato militar y represivo serbio". Sin dejar de proclamar el triunfo de la política sobre la fuerza, Jospin reprochó a los diputados comunistas opuestos a la intervención militar el carecer de alternativa frente a los crímenes del régimen de Belgrado y proclamó que "Milosevic debe saber que no cederemos".El éxodo forzado de los kosovares, la limpieza étnica y la represión serbia parecen haber encorajinado a las autoridades francesas y también a una parte de la opinión pública del país. En clara contradicción con los sondeos precedentes, las últimas encuestas muestran que la mayoría de los ciudadanos comparte la necesidad de la intervención de la OTAN.