Uno de cada cuatro kosovares ha huido
La OTAN dice que más de 50.000 personas han sido desplazadas por los serbios en los últimos días
El presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, ha respondido a los misiles de la OTAN con un arma brutal: la limpieza étnica. La Alianza Atlántica estima que, en el último año, medio millón de personas (uno de cada cuatro habitantes de Kosovo) han sido desplazadas, y la mitad de ellas está fuera de la provincia. Sólo en los últimos días, más de 50.000 personas han sido obligadas a abandonar sus hogares por las tropas serbias. La Alianza calificó ayer la represión de Milosevic como "el mayor desastre humanitario en Europa desde la II Guerra Mundial". El portavoz de la OTAN, Jamie Shea, declaró ayer que el movimiento de desplazados "no es nada espontáneo" y ha sido meticulosamente preparado por las fuerzas de Milosevic, incluyendo elementos paramilitares.
Según la Alianza todos los miembros de la delegación albanokosovar que participó en las conversaciones de paz de Rambouillet han tenido que esconderse y el domicilio del líder moderado, Ibrahim Rugova, ha sido incendiado por las fuerzas serbias.El ministro de Defensa británico, George Robertson, denunció ayer el riesgo de "genocidio" de los albaneses en Kosovo y confirmó que su país va a aumentar su contribución militar en la campaña de la OTAN. Su colega alemán, Rudolf Scharping, acusó directamente a Milosevic del delito de genocidio y afirmó que todo indica que va a aumentar la violencia contra los civiles en Kosovo "y eso es inaceptable".
La OTAN admite que hay muchas dificultades para evaluar la situación real en el interior de Kosovo por la ausencia de observadores occidentales, pero aún así estima que al menos 50.000 personas han sido desalojadas de sus hogares y afirma que pueblos enteros han sido desalojados y destruidos. La limpieza étnica ha empezado a llegar también a núcleos urbanos. Familias enteras han sido separadas: las mujeres y los niños normalmente han sido enviados hacia las fronteras con Albania y Macedonia mientras los hombres mayores de 16 años en muchos casos han sido ejecutados en fusilamientos sumarios.
Las agencias de prensa dan cuenta del drama. Efe afirma desde Tirana, la capital de Albania, que 50.000 refugiados albanokosovares, la mayoría mujeres y niños, se han concentrado en los últimos días en la frontera de Kosovo con este país, según los datos del ministro albanés de Información, Musa Ulgini. Una emisora local relató la muerte de un joven de 29 años que llegó a la frontera herido por las fuerzas serbias. Un hombre de 70 años murió de agotamiento.
Ejecuciones sumarias
Los Angeles Times relata desde Pristina, la capital de Kosovo, el asesinato del abogado Bajram Kelmendi y sus dos hijos a manos de cinco policías serbios. Kelmendi, de 62 años, se había hecho popular por su compromiso en favor de los derechos humanos. Su muerte y la de sus dos hijos, de 16 y 31 años, "fue una venganza de los serbios por los ataques de la OTAN". Los tres fueron secuestrados en su casa de Pristina y sus cuerpos fueron hallados por un grupo de mujeres en las calles de la capital. "Han sido ejecutados", afirmó una de ellas. "El cuerpo de Bajram tenía muchos balazos y estaba completamente ensangrentado".En la población de Pec, al oeste de Kosovo y de 40.000 habitantes, la policía serbia concentró a sus habitantes en el centro del pueblo. Más de un millar emprendieron la huida hacia las nevadas montañas fronterizas que separan Kosovo de Montenegro. Testigos presenciales afirman haber visto numerosos cadáveres en las calles de Pec. "Han bombardeado Pec. Toda la ciudad está ardiendo", afirmó un hombre que había huido del lugar en una caravana con 14 parientes.
En Mitrovica, muchas casas de albaneses han sido destruidas. Diplomáticos occidentales afirman que ha sido asesinado Latif Berisha, un conocido político local. Las mismas fuentes aseguran que en todo Kosovo se ha desatado la caza de los defensores de los derechos civiles y aseguran que dos de los guardaespaldas del embajador William Walker han sido asesinados.
La OTAN no acaba de dar crédito a la tesis de que la limpieza étnica desatada por Slobodan Milosevic tenga por objeto forzar la partición del país. "Al principio pensamos que era así porque teníamos datos de que las operaciones se estaban desarrollando sobre todo al noreste de Kosovo", señalaron fuentes atlánticas. "Pero ahora se han extendido al conjunto de la provincia", destacan esas mismas fuentes. La OTAN estima que los desplazamientos de población albanokosovar son especialmente significativos en una amplia franja comprendida entre Podejevo y Kosovsca Mitravika, al norte, y en otra amplia franja que comprende las poblaciones de Malisevo, Orahovac, Stimija y Suva Reka, en el centro. Pero también se han detectado operaciones de limpieza étnica entre Dakovica y el río Boli Drin, al suroeste, junto a la frontera con Albania, y en Srbica y Glogovac, en el centro.
La Alianza da más crédito a la intención de Milosevic de provocar el éxodo de la población de origen albanés hacia Albania y Montenegro, con el objetivo de provocar la desastibilización de estos dos "frágiles" territorios y extender el conflicto. Montenegro forma parte de la República Federal de Yugoslavia, pero se ha distanciado de la persecución desatada por Milosevic en Kosovo y se ha negado a seguir la consigna de Belgrado de romper relaciones diplomáticas con Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Francia.
Dudas en la opinión pública internacional
El dramático éxodo de Kosovo de la población de etnia albanesa ha creado a la Alianza Atlántica el primer problema serio de credibilidad del ataque aliado contra Milosevic. Pese a los esfuerzos atlánticos por desvincular la huida de los albaneses de los ataques occidentales, la OTAN corre por primera vez el riesgo de que toda la operación armada empiece a ser vista con desconfianza por los ciudadanos europeos y norteamericanos.Los portavoces atlánticos difundieron ayer con fuerza el mensaje de que "no estamos ante una persecución espontánea por parte de los seguidores de Milosevic", ni ante un movimiento de pánico a causa de los bombardeos. La OTAN se ha esforzado por limitar en todo lo posible el daño a la población civil e incluso la militar. "Hasta hemos lanzado los ataques de noche para evitar víctimas en las instalaciones militares atacadas", destacaron ayer fuentes atlánticas.
El secretario general, Javier Solana, salió varias veces a la palestra para defender esa posición y asegurar que el éxodo no es consecuencia de la intervención aliada. "Si no hubiéramos atacado la situación ahora sería igual o peor y a lo mejor sería ya tarde para hacer algo para pararla", declaró.
El problema principal que afronta la OTAN es que para poder atacar a los elementos que propician la limpieza étnica primero tiene que destruir o al menos inutilizar parcialmente la sofisticada red de defensa antiaérea yugoslava. Esa situación se da ya, según los militares aliados, por lo que el pasado sábado el secretario general autorizó los ataques sobre el terreno contra la artillería serbia. "La gente que realiza la limpieza étnica no se presenta en los pueblos con las manos en los bolsillos; llegan allí protegidos por tanques y carros de combate para poder expulsar a la población y destruir sus casas", advertían ayer fuentes atlánticas. "Destrozar esas armas no evitará actos aislados, pero sí impedirá una operación sistemática como la que se está llevando a cabo estos días", remacharon esas fuentes.
En el frente diplomático, la OTAN está cautamente satisfecha con el papel de Rusia. Pese a la vehemencia de las declaraciones públicas de algunos de sus dirigentes, la Alianza le otorga gran importancia a la discreción con que está viviendo la crisis el primer ministro, Yevgueni Primakov, quizá porque sabe que el verdadero problema de Rusia no es tanto proteger a Milosevic cuanto salvar al país de una situación económica caótica. "Primakov tiene que verse estos mismos días con Michel Camdessus, director del Fondo Monetario Internacional, que está este fin de semana en Moscú", declaraban con cierta malicia fuentes atlánticas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Serbia y Montenegro
- Yugoslavia
- Slobodan Milosevic
- OTAN
- Campos refugiados
- Guerra Kosovo
- Genocidio
- Kosovo
- Bombardeos
- Serbia
- Incidentes
- Delitos contra Humanidad
- Refugiados
- Ataques militares
- Acción militar
- Víctimas guerra
- Derechos humanos
- Política exterior
- Sucesos
- Gobierno
- Defensa
- Guerra
- Administración Estado
- Conflictos
- Delitos