Chilavert, el adversario de Oviedo

La crisis paraguaya tiene sus efectos en el deporte. El guardameta de la selección paraguaya y del equipo argentino Vélez Sarsfield, José Luis Chilavert, se ha convertido en el principal adversario en el exterior del general Lino Oviedo, verdadero poder en la sombra en Paraguay. El deportista más popular en su país hizo ayer desde Argentina un dramático llamamiento a sus compatriotas a través de la cadena de televisión CNN. "Les pido que recapaciten. No nos podemos pelear entre nosotros", dijo.Chilavert reiteró que no jugará en la Copa América de fútbol, cuya próxima edición está prevista en Paraguay el mes de junio de este año. "Mi país no está en condiciones de organizar esta competición. Tiene problemas sociales muy graves y me da vergüenza que hayan elegido como presidente del comité organizador a Lino Oviedo, cuando nunca se preocupó del fútbol ni del deporte. Por decir eso me han declarado persona no grata". El guardameta fue tajante cuando afirmó: "Chilavert no se vende. No jugaré con Paraguay".

La participación del país suramericano en el Mercosur quedaría automáticamente suspendida si se produjera un golpe de Estado, según ha dejado claro el ministro brasileño de Exteriores, Luis Felipe Lampreia, en declaraciones reproducidas ayer. El jefe de la diplomacia recordó la resolución del Mercosur al respecto, aunque no especificó la actuación de los socios comerciales de Paraguay en el caso de un cuartelazo. "Los otros ministros y yo estamos en contacto desde el día del asesinato del vicepresidente Argaña. Coincidimos en que nos mantendríamos en stand-by para una eventual acción coordinada".

Paraguay es miembro de Mercosur, que agrupa a Brasil, Argentina y Uruguay. A raíz de la crisis brasileña y la devaluación del real, las empresas paraguayas han sufrido los efectos de la estampida de los consumidores hacia el país vecino en busca de gangas. Un golpe de Estado o una maniobra inconstitucional sólo ahondaría la crisis que atraviesa el Mercosur, que tiene en su punto de mira la evolución política de Paraguay. En la recta final del mandato del anterior presidente, Juan Carlos Wasmosy, los socios comerciales con apoyo de Estados Unidos lanzaron una seria advertencia ante los insistentes rumores de un pretendido autogolpe para perpetuarse en el poder.