Un grupo de encapuchados asaltó en Francia un camión de fresas españolas y secuestró a los conductores

Un grupo de 15 encapuchados armados destruyó el jueves en la región parisiense un cargamento de fresas españolas después de haber interceptado el transporte, un camión alemán conducido por ciudadanos de ese país, en las proximidades de Besancon (este de Francia). Los conductores del camión fueron sorprendidos en una área de descanso de la autopista por dos de los encapuchados, forzados a punta de pistola a desviarse de su ruta y a dirigirse a Gennevilliers, una pequeña población del departamento de los Altos de Marne, en la región parisiense. Tras el viaje de unos 400 kilómetros, los camioneros fueron recibidos por el resto de los encapuchados que igualmente armados destrozaron buena parte de la carga de 17 toneladas de fresa procedente de Huelva antes de dejarles en libertad. La fresa había sido adquirida a un mayorista de Perpignan y estaba destinada a abastecer al mercado alemán. Aunque las sospechas recayeron inicialmente sobre los grupos formados por los sindicatos agrarios franceses que se oponen violentamente a la importaciones de frutas y hortalizas españolas, la policía se inclina por considerar el asalto como resultado de un equívoco en el que habrían incurrido bandas relacionadas con el tráfico de drogas. La alarma cundió en los medios diplomáticos españoles, toda vez que, pese a la violencia esporádica de sus acciones, los piquetes de agricultores franceses no han utilizado nunca armas de fuego. El Ministerio de Agricultura español condenó la acción, difundida ayer por la policía francesa, y pidió a las autoridades del país vecino el máximo rigor en el esclarecimiento de los hechos.

La Gendarmería francesa se apoya además en los testimonios de los camioneros alemanes para orientar su investigación sobre las bandas de traficantes.