El escritor Alfredo Bryce Echenique vuelve a Perú
Treinta años después de que aparecieran él y su novela Un mundo para Julius en Europa, y cuando él mismo está a dos días de cumplir los 60 años, Alfredo Bryce Echenique se fue ayer definitivamente a su país, Perú. El vuelo 6651 de Iberia le llevó a Lima desde Barajas. Estaba tranquilo y emocionado, tocado con un sombrero viejo y fumando como Martín Romaña. Su equipaje -la biblioteca, su amplia discoteca, llena de boleros, el sillón Voltaire que le regalaron los libreros franceses a su legendaria novela La vida exagerada de Martín Romaña...- saldrá de Valencia el próximo sábado, en un barco que se llama Cielo de Italia. Volverá Bryce para la Feria del Libro en Madrid, donde presentará su libro de cuentos Guía triste de París, y para recibir el Premio Nacional de las Letras que le otorgaron por su novela Reo de nocturnidad.El novelista, que acaba de publicar el libro de amor y amistad La amigdalitis de Tarzán, lleva desde enero recibiendo homenajes españoles por su regreso, y en algunos de ellos le pusieron la canción mexicana de José Alfredo Jiménez Y te vas, y te vas, y no te has ido, pero ayer se fue, en efecto, y para el viaje recibió al pie del avión un regalo: un búho con el que alguno de los que fueron a despedirle -estaba, entre ellos, María Antonia Flaquer, vicecónsul honorario de Perú- le deseó suerte en el reencuentro con su país. El escritor recibió en Barajas la llamada telefónica del director general español del Libro, Fernando Rodríguez Lafuente, que le llamó para despedirle. Además del búho, Bryce llevaba también en su equipaje de mano un libro de Augusto Monterroso titulado La vaca.
