El Grupo de Contacto quiere otorgar a Kosovo una "autonomía sustancial", según Chirac

Belgrado y el Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) negocian desde ayer directamente en la localidad francesa de Rambouillet (a 50 kilómetros de París) bajo imposición y presiones intensas de la comunidad internacional, un acuerdo de paz para poner fin a año y medio de guerra en esta provincia yugoslava. El plan que les ha sido sometido respeta las fronteras exteriores de Yugoslavia, pero confiere a Kosovo una virtual independencia respecto a Serbia y establece el despliegue de tropas internacionales para garantizar el proceso de paz. El presidente francés, Jacques Chirac, inauguró la conferencia con tres horas y media de retraso a causa de las trabas puestas por los serbios al desplazamiento de los kosovares.

La resistencia de los serbios a permitir el vuelo a París de los representantes del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) fue el motivo del retraso del inicio de la conferencia. La intervención de Chirac no fue complaciente ni voluntariosa a la hora de exigir la paz. Ya en los primeros párrafos de su discurso, el jefe de Estado francés subrayó el carácter cerrado de la propuesta planteada por el Grupo de Contacto. "El cuadro de esta negociación ha sido claramente definido (...) van a serles presentados los principios de una autonomía sustancial y les corresponde a ustedes", indicó, "precisarlos y darles cuerpo para que en el interior de las fronteras existentes todos los habitantes de la provincia, sea cual sea su origen, puedan vivir en paz", recalcó Chirac.

También los ministros de Exteriores de Francia, Hubert Vedrine y del Reino Unido, Robin Cook, dejaron claro que es escaso el margen de negociación que el plan de paz elaborado por el Grupo de Contacto va a permitir a las partes en conflicto.

Cook precisó que en el plazo de una semana los dos ministros, que presiden la conferencia, determinarán si se han producido avances suficientes como para continuar la negociación durante otra semana más.Pero entonces habrá de imponerse el acuerdo sobre la base del plan presentado ayer a las dos delegaciones.

El ministro británico explicó que la comunidad internacional ha llegado al límite de su paciencia y responderá con decisión y unidad a quienes se nieguen a aceptar las directrices presentadas. Cook dijo que el despliegue militar internacional será prácticamente inmediato una vez alcanzado el acuerdo. Se espera que sea desplegado un contingente de unos 30.000 soldados. El acuerdo entre los miembros del Grupo de Contacto para esta operación está ya ultimado.

El presidente francés proclamó que la comunidad internacionales no tolerará la escalada del conflicto y que la reunión de Rambouillet es "una última oportunidad" para conseguir una solución al conflicto. "La acción de la comunidad internacional va dirigida en beneficio de todos".

"Francia y tampoco sus socios europeos, americanos o rusos tolerarán la persistencia de un conflicto que abofetea los principios esenciales de la dignidad humana. No aceptaremos", añadió el jefe de Estado, "que el ciclo de violencias amenace más y más la estabilidad de todo el sureste de Europa. Queremos la paz en nuestro continente. El Grupo de Contacto dispone de la autoridad necesaria para hacer triunfar el derecho, la justicia y la paz".

Con igual firmeza y pese al rechazo frontal manifestado por los serbios, Chirac dio por supuesto que una fuerza armada internacional será desplegada en Kosovo para vigilar el proceso autonómico que se pretende imponer. "Habrá que prever el dispositivo de acompañamiento indispensable para la puesta en marcha de este acuerdo. La OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación de Europa) tendrá un papel importante en la continuidad de esta acción ya emprendida por la Misión de Verificación en Kosovo". Insistió en que el despliegue internacional, "aceptado por todos", resulta necesario para conseguir silenciar las armas.

"Estad seguros de que, tal y como ha hecho desde el origen de los conflictos en la ex Yugoslavia, Francia", enfatizó, "asumirá todas sus responsabilidades. Ella se lo debe a su ambición europea y a la memoria de sus hijos muertos en tierra yugoslava por un ideal de paz, de dignidad y de libertad".

La pertenencia a Europa de las partes en conflicto fue uno de los argumentos esgrimidos por Chirac para exigirles que abran la vía de la reconciliación. "Representáis dos pueblos que pertenecen plenamente a Europa y también por eso la idea de una guerra en Kosovo nos parece insoportable, (...)".

"Con la paz ustedes deben también volver sus miradas hacia un nuevo horizonte: el de Europa". De acuerdo con su discurso, la reconciliación de serbios y kosovares exigida no implica, en todo caso, el olvido de los crímenes. "No se trata de olvidar. No se puede olvidar al hijo perdido, ni la ciudad destruida. Hará falta también que la justicia pase y que los culpables sean juzgados", indicó. El presidente acabó su intervención exhortando a los contendientes a hacer triunfar "las fuerzas de la vida sobre las fuerzas de la muerte. El mundo os mira. Os espera", concluyó.