La caída de los precios de la carne de cerdo pone en pie de guerra al sector
El hundimiento de los precios de la carne de cerdo hasta límites insostenibles ha puesto a los productores leridanos en pie de guerra. El ambiente que se respira entre los ganaderos es de máxima crispación porque no se vislumbra el final de la crisis y las pérdidas económicas aumentan día a día. La última cotización fijada por la lonja leridana, Mercolleida -90 pesetas el kilo de cerdo en vivo-, ha encendido la luz de alarma en un sector que quedó maltrecho por la peste porcina clásica de hace dos años. Los más de 400 ganaderos que asistieron el martes por la noche, en Térmens (Noguera), a una asamblea convocada por el sindicato Unió de Pagesos para analizar la situación, dieron muestras de que los ánimos en el sector están muy crispados. Los responsables del sindicato agrario admiten que si en las próximas semanas no se normalizan los precios del cerdo hasta alcanzar como mínimo el precio de coste, no podrán impedir que del descontento existente se pase a las posturas radicales. Algunos de los asistentes propusieron acciones más contundentes, como impedir la entrada en territorio español de camiones con lechones procedentes de Holanda. Los productores han recurrido a las movilizaciones para conseguir la progresiva recuperación de los precios. En la asamblea de Térmens se acordó ocupar pacíficamente mañana viernes las instalaciones de Mercolleida -la lonja de referencia del porcino- con el fin de presionar a los sectores responsables de fijar las cotizaciones para que eleven los precios en un plazo máximo de dos o tres semanas. Los ganaderos no cesarán en sus acciones de protesta hasta que el precio del cerdo suba hasta 130 pesetas el kilo, la cantidad que permite cubrir los costes de producción. Otra de las acciones aprobadas consistirá en visitar de nuevo las grandes superficies comerciales y supermercados para reclamar a sus responsables que bajen los precios de la carne de cerdo y que esto repercuta en el consumidor, ya que la crisis se nota en la economía de los ganaderos, pero no en el sector de los mataderos e industrias cárnicas, que están haciendo su agosto porque compran los cerdos en vivo más baratos que nunca y en cambio venden la carne al precio de siempre. Diferencias de 300 pesetas Un estudio comparativo realizado por Unió de Pagesos sobre el precio de venta al público de las distintas partes del cerdo en diversos comercios pone de manifiesto diferencias de hasta 300 pesetas por kilo en el mismo producto. Así, mientras que una cadena tenía el lomo a 900 pesetas, en otra podía encontrarse a 555. El sindicato anunció que publicará cada semana la lista de precios para que el público sepa dónde puede comprar la carne de cerdo más barata. El sindicato agrario admite que una de las causas de la crisis es la superproducción de cerdos en toda Europa. Por ese motivo exige a la Administración una intervención pública de los excedentes y que los respectivos parlamentos aprueben una normativa que prohíba la construcción de granjas durante un periodo de dos años.
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