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La Junta andaluza lanza otra ofensiva para suministrar heroína a toxicómanos

Farmacia resuelve que es una droga "en fase de investigación" para su uso como medicamento

Jorge A. Rodríguez

La Junta de Andalucía ha conseguido que el Ministerio de Sanidad haya calificado a la heroína -una droga lastrada por su leyenda de delincuencia y marginalidad- como un "producto en fase de investigación" para su posible uso posterior como fármaco. Sin embargo, el Comisionado Andaluz para las Drogas no ha logrado la autorización para poner en marcha un proyecto de investigación, pionero en España, para suministrar heroína bajo supervisión médica a un total de 150 toxicómanos con reiterados fracasos en otros tratamientos de desintoxicación. Hoy tiene previsto presentar ante Sanidad modificaciones del plan y varias alegaciones para lograr el visto bueno definitivo.

El objetivo del comisionado es suministrar durante un año 400 miligramos diarios de heroína (diacetilmorfina) por vía intravenosa a 75 toxicómanos de Granada y a otros tantos de Algeciras (Cádiz), que hayan acreditado más de dos años de adicción y al menos dos fracasos previos en otros tratamientos de desintoxicación o con sustancias sustitutivas (metadona) o antagonistas (naltresona).El llamado Programa Experimental de Prescripción de Estupefacientes en Andalucía (PEPSA) pretende responder a esta pregunta: "¿Es el mantenimiento con heroína intravenosa más efectivo que la metadona oral en la mejora de la salud física y mental y la integración social de los usuarios de heroína que han fracasado en al menos dos intentos terapéuticos?".

La insistencia de la Junta en lograr la aprobación del PEPSA -elaborado a imagen y semejanza de una experiencia similar que se lleva a cabo en Suiza- ha arrancado de la Dirección General de Farmacia del Ministerio de Sanidad la consideración de la heroína como "producto en fase de investigación".

Esta respuesta es el paso previo para sacar adelante el lan andaluz, puesto que es imprescindible para que la sustancia pueda ser ensayada en pacientes, según establece el Real Decreto 561/93 sobre ensayos clínicos. El objetivo final es que la heroína pueda convertirse en un fármaco, como la metadona. Sin embargo, Sanidad ha decidido no dar su visto bueno al PEPSA por dos objeciones de carácter científico.

Farmacia considera precipitada la intención de evaluar los posibles beneficios sociales del proyecto a los seis meses de su inicio, tal y como pretendía el comisionado. Además, reclama más información sobre qué ocurrirá con los yonquis a los que les vaya bien el tratamiento -en la doble vertiente sanitaria y social- una vez que el PEPSA acabe. La duración prevista del proyecto inicial era de un año, prorrogable a dos. ¿Y luego, qué?

El comisionado y la Escuela Andaluza de Salud Pública -coordinadora del proyecto y encargada de su elaboración científica- ya ha redactado la respuesta con las alegaciones a la negativa de Sanidad para presentarlas hoy mismo en Madrid. Como primera medida, se elimina la evaluación prevista a los seis meses, porque se reconoce que es precipitada si el paciente ha dejado de delinquir, ha mejorado su conducta, se ha socializado o está más sano.

En segundo lugar, acogiéndose al articulado del citado real decreto, se dispone que a aquellos toxicómanos con los que haya funcionado la droga no se les debe dejar tirados. "Por eso se prevé el llamado uso compasivo de la heroína para esos drogadictos, de forma que haya un compromiso de seguirles inyectando la sustancia de forma individualizada y con un férreo control terapéutico", asegura el Comisionado Andaluz para las Drogas, José Manuel Rodríguez. Farmacia recibirá hoy las alegaciones y tiene 30 días para dar una nueva respuesta sobre el PEPSA.

Condiciones higiénicas y control médico

El proyecto andaluz describe un catálogo de reglas para que los toxicómanos incluidos en el PEPSA se inyecten de forma sana. Los toxicómanos, reclutados entre los más irrecuperables, deberán dirigirse diariamente a un centro especial (la ubicación exacta no está definida), donde serán explorados durante 30 minutos por un médico y un enfermero para comprobar que no han tomado ninguna droga. Luego, por orden de llegada, "los pacientes entran en la sala de inyección", dice el PEPSA, donde "habrá un máximo de seis personas inyectándose a la vez". La heroína se les da ya en la jeringuilla y se la administran los propios yonquis en presencia del enfermero. Luego deberán esperar otra media hora para comprobar el efecto de la droga. Este proceso lo repetirán tres veces al día, tal y como se hace en Suiza. La heroína posiblemente la fabricará y venderá el laboratorio escocés McFarlane.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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