_
_
_
_

Las entidades abren con el euro una nueva carrera por ganar dimensión

El sistema financiero español queda dominado a partir de ahora por la enorme diferencia de volumen que separa al nuevo Santander Central Hispano (BSCH) del resto de sus competidores. La gran incógnita es cuánto tiempo tardará el resto de la gran banca en dar una respuesta que intente reequilibrar la situación. Todas las miradas se dirigen al BBV, la entidad que de forma más clara ha apostado durante los últimos meses por las fusiones.

Más información
Una cartera de participaciones que vale 2.458 millones de euros
El Gobierno opina que es un asunto "estrictamente empresarial"
Teoría de las fusiones
Botín o la apuesta por el liderazgo
Amusátegui vive su segundo 'matrimonio'
Una unión bancaria de mesa y mantel, como debe ser
Principales accionistas
319 años de historia acumulados
Santander y BCH sellan la gran alianza
El nuevo BSCH es el segundo grupo en el sector de comunicaciones en España

Alcanzar una dimensión suficiente para competir en Europa es uno de los lemas de la banca española. Además, para el reducido club de los grandes bancos debe añadirse un matiz específico, el interés por ser el más grande. Tras el anuncio de la constitución del nuevo BSCH, ese matiz adquiere proporciones geométricas. La diferencia entre el volumen del primero y el segundo de la clasificación, el BBV, es de prácticamente el 50% 39 billones de pesetas contra 22. La comparación, por sí sola, da idea de la magnitud de la operación que debería acometer el banco vasco para alcanzar a su competidor.

La referencia al banco vasco es obligada, no sólo porque sus máximos responsables, el presidente Emilio Ybarra y el consejero delegado Pedro Luis Uriarte, han sido los grandes abanderados e ideólogos de las fusiones en la recién iniciada era del euro, sino porque también han apostado por el liderazgo. Nadie duda que en la sede del BBV los esfuerzos se centrarán ahora en buscar la fórmula de contrarrestar la súbita pérdida del liderazgo bancario español.

Una solución nada fácil; Sólo una alianza entre el BBV, Argentaria y el Popular alcanzaría una cifra comparable a la del nuevo BSCH. Algo que no es, de entrada, fácil. Argentaria, que preside Francisco González, ya figuraba en todas las quinielas como novia de cualquier posible fusión, porque el mercado interpreta que aún no ha definido con claridad una estrategia de desarrollo independiente.

Como contrapunto, Argentaria debe contar con la autorización del Gobierno, ya que éste posee aún determinadas prerrogativas para dar luz verde a operaciones de este tipo. De momento, ayer, Argentaria manifestó su satisfacción por el hecho de que Santander y BCH hayan quedado fuera de la carrera por el control de este banco. Pero el Gobierno parece haber cambiado de opinión. Con la fusión de ayer, se elimina el control político y se abre barra libre.

En el caso del Popular, copresidido por Luis y Javier Valls Taberner, es conocida su actitud reacia hacia una fusión que, dado su menor tamaño entre los grandes, implicaría entregar las riendas de la nueva institución al otro participante en la operación.

Pero aunque es el BBV quien parece más claramente desbordado por el golpe de mano de su competidor cántabro, la operación anunciada ayer acabará afectando al conjunto de las entidades financieras españolas, incluidas las cajas de ahorros y los bancos de menores dimensiones.

En primer lugar, abre un verdadero abismo entre el nuevo modelo de gran banca y la llamada banca mediana, que a partir de ahora corre el peligro de parecer pequeña. Es el caso de bancos como Sabadell, Guipuzcoano, Pastor y Zaragozano, obligados a partir de ahora a hacer apuestas firmes.

Reacción de las cajas

También, aunque de forma muy diferente, afectará a las cajas de ahorros, a las que el Banco de España lleva mucho tiempo animando a fusionarse. Es el caso, por ejemplo, de La Caixa, primera caja, y que durante los últimos años también ha practicado su propia política de crecimiento. Gracias a ella ha compartido, y disputado, operaciones con los grandes bancos. Basta recordar que su cartera industrial, en la que se incluyen participaciones en Telefónica, Repsol, Gas Natural o Endesa, es la primera de España, con un valor contable de más de 900.000 millones de pesetas (5.409 millones de euros) Las nuevas dimensiones hacia las que camina la banca también afectarán a sus posibilidades financieras como posibles accionistas de las grandes empresas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_