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FUSIÓN EN LA GRAN BANCA

Botín o la apuesta por el liderazgo

Hijo y nieto de banqueros, Emilio Botín-Sanz de Sautuola y García de los Ríos, presidente del Banco Santander, se ha convertido en el gran líder de la banca española. Desde el 19 de noviembre de 1986, cuando asumió la presidencia de la entidad, su obsesión ha sido conseguir el liderazgo en un sector en el que ser el primero supone una bandera comercial en el trabajo del día a día. Nacido en Santander en el año 1934, Emilio Botín es licenciado en Derecho y Economía por la Universidad de Deusto. Dotado de una gran capacidad de mando y poco amigo de delegar, ha implantado un estilo presidencialista a la hora de gestionar que hasta ahora le ha dado buenos resultados. Exigente y duro con sus colaboradores, nada más llegar a la cúspide del Santander cambió la vocación industrial de la entidad para dedicarse al negocio financiero y, para ello, no dudó en lanzarse al mercado internacional al firmar una alianza con el Royal Bank of Scotland.

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El muñidor de la operación

En 1989, Botín rompió el pacto tácito sobre tipos de interés entre los grandes bancos al lanzar al mercado una cuenta de alta remuneración que supuso el pistoletazo de salida de la nueva forma de hacer banca en España. A partir de ese año, los entonces Siete Grandes entran en una nueva dinámica de competencia, tanto en productos como por cuota de mercado. Botín apuesta fuerte por la dimensión bancaria cuando el 25 de abril de 1994 se adjudicó en subasta el Banesto, por el que pagó 280.000 millones de pesetas. Esta operación le supuso ganar la pugna por el tamaño con el BBV, la otra gran entidad española. Tras controlar Banesto, Botín retoma su estrategia internacional en junio de 1995 y se convierte en el primer accionista del banco estadounidense First Union, producto de la fusión con First Fidelity, del que el Santander controlaba el 29, 9%.

Hoy su banco, que era el séptimo de los grandes, ha logrado ser el primero y, sobre todo, controlar a los más clásicos de la banca española, a los tres primeros de entonces: Central, Banesto e Hispano Americano.

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