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CRISIS EN LA UE

Schröder y Santer proponen un nuevo comité antifraude que vigile las instituciones de la UE

Pilar Bonet

Alemania necesita una Comisión Europea estable y con capacidad negociadora para sacar adelante sus propios objetivos como Estado, que consisten principalmente en rebajar su contribución económica, durante su presidencia de la Unión Europea. Así de claro fue el pragmático mensaje que trasmitió ayer en Bonn el canciller federal alemán, Gerhard Schröder, al presidente de la Comisión, Jaques Santer. Ambos mandatarios acordaron crear un comité de control tripartito para dirigir las investigaciones sobre corrupción y nepotismo dentro de las instituciones europeas.

El Gobierno alemán, que acaba de asumir la presidencia de la UE hasta el 30 de junio, y la Comisión se reunieron ayer en Bonn pocas horas antes de que el Parlamento Europeo comenzara a debatir sobre un voto de censura hacia el equipo presidido por Santer.Schröder y Santer subrayaron ayer de forma reiterativa su deseo de que la Comisión sea "estable y capaz de negociar" y acordaron crear un comité de control tripartito para dirigir el trabajo de la unidad interna contra el fraude, que fue creada por la Comisión para investigar supuestos casos de corrupción en sus propias estructuras. El nuevo comité constará de representantes de la Comisión, el Parlamento y la presidencia de la UE.

Santer, que abandonó con urgencia Bonn con destino a Estrasburgo, dijo tener intención de presentar la propuesta al Parlamento ayer mismo. La Comisión, según dijo, es actualmente "víctima de su propia transparencia", ya que ella misma ha iniciado las investigaciones que la han colocado en la delicada situación actual. "Habrá que ver si la creación del nuevo comité anticorrupción supone que Alemania como Estado adquiere un papel privilegiado en las investigaciones o si éstas refuerzan la independencia de las instituciones europeas", señalaban ayer medios diplomáticos europeos. La crisis entre el Parlamento y la Comisión complica la consecución de los ambiciosos objetivos de la presidencia alemana.

Marín disgusta a Bonn

Medios europeos en Bonn dijeron que, ante un ámbito reducido de interlocutores, Schröder ha mostrado su disgusto por la tesis, insinuada por el vicepresidente de la Comisión Europea, el español Manuel Marín, según la cual Alemania estaría detrás de una conspiración contra el Ejecutivo comunitario con objeto de reducir su contribución a las arcas europeas.En público, el canciller alemán, que parecía relajado, se mostró conciliador y favorable al diálogo entre la Comisión y el Parlamento. Una solución interna sin intervención de los gobiernos de los países miembros. Schröder apoyó los esfuerzos de Santer por clarificar las irregularidades que afectan a la Comisión, y aseguró que ésta sigue "un camino razonable".

Alegando respeto hacia el Parlamento Europeo, el canciller no quiso dar consejos a los diputados socialdemócratas de esta institución. Schröder se pronunció "no sólo por mirar atrás", sino "hacia adelante" y por concentrarse en la Agenda 2000. El canciller dijo que "hacer avanzar a Europa" es "más importante" que las irritaciones que en muchos casos son provocadas por incomprensiones mutuas.

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Los medios de comunicación alemanes han informado ampliamente de supuestos escándalos en los departamentos dirigidos por Edith Cresson y Manuel Marín. Interpelado sobre si sería partidario de la destitución de dos o tres comisarios, Schröder dijo no querer especular, pero dio a entender que comparte la postura de Santer de tratar a la Comisión como una unidad y se mostró a favor de que Parlamento y Comisión diriman sus diferencias.

Alemania tiene la "firme voluntad" de conseguir que la Agenda 2000 (la reforma financiera para el periodo 2000-2006) quede cerrada en marzo, subrayó ayer Schröder, según el cual, sólo en el caso de que esto no se consiga se retrasaría la ampliación de la UE al Este.

El canciller reiteró que todos los países de la UE deben estar dispuestos a un compromiso y señaló que se muestra cada vez "más optimista" al respecto. El dirigente no quiso entrar en detalles sobre cuáles pueden ser las bases de ese compromiso y señaló que se acabará cerrando a última hora. Señaló que la política agrícola es uno de los aspectos clave para ese compromiso.

Santer, a su vez, dijo que "todas las cartas están sobre la mesa, incluido el cheque británico", cuya magnitud, señaló, no está justificada, dado el cambio de condiciones desde que se negoció.

Sin embargo, el Reino Unido reaccionó inmediatamente. Un portavoz del primer ministro Tony Blair dijo ayer que su gobierno "ha dejado su posición absolutamente clara y no ha cambiado". Es decir, Londres no está dispuesto a negociar ese cheque. La postura del Reino Unido va más allá ya que anuncia que vetará cualquier iniciativa en ese sentido.

La única posibilidad contemplada por el Ejecutivo de Blair es asociar un aumento de la contribución británica al presupuesto de la Unión Europea a una revisión de la Política Agrícola.

El otro punto que tocó en Bonn el presidente de la Comisión europea fue el de su sucesión.El funcionario clarificó el sentido de unas declaraciones suyas en apoyo de la candidatura de Helmut Kohl para sustituirle cuando acabe su mandato como presidente de la Comisión.

Santer afirmó que puede imaginarse a este político, o también al ex jefe del Gobierno italiano Prodi, como presidente de la Comisión, pero que no quería pronunciarse sobre el asunto. Medios próximos a la cancillería habían barajado el nombre de Javier Solana, el actual secretario general de la OTAN, como posible sustituto de Santer.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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