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Un mercado reencarnado en biblioteca

Enric Sòria y Rafael Cáceres transforman el Born de Barcelona en un depósito de libros

, "Nuestra primera sensación es de miedo", comentaron el pasado miércoles los arquitectos Enric Sòria y Rafael Cáceres en su primer paseo por el Born tras haber ganado el concurso que transformará el antiguo mercado central de abastos de Barcelona en biblioteca provincial. Los dos arquitectos visitaron por la mañana el todavía desangelado recinto y reafirmaron la voluntad de su proyecto Born in Born de respetar al máximo la concepción original del recinto. "Este proyecto no nace de la nada. El paisaje de la nueva biblioteca será el Born", comentó Sòria.

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Tanto Sòria como Cáceres aún muestran ciertos signos de perplejidad por haber ganado el concurso que deberá convertir el Born en la sede de la Biblioteca del Estado. Tanta perplejidad como la que les produce el hecho de que el Born siga en pie. "En Barcelona tuvimos la suerte de que antes de la llegada de la democracia ya se intuía un determinado modelo de ciudad", explica Cáceres, que cree que el revuelo que se organizó en París por el derribo de Les Halles tuvo una influencia decisiva en la conservación del edificio. "No soy una persona populista, pero hay que reconocer que los movimientos ciudadanos fueron muy importantes en este sentido", manifiesta Cáceres.Para su compañero Enric Sòria es insólito no sólo que el Born no haya sido derribado -su construcción se terminó en 1876 y dejó de ser mercado de abastos en 1971-, sino que su conservación haya sido objeto de un seguimiento regular. "En la década de los ochenta, el arquitecto Pedro Espinosa, a instancia del Ayuntamiento de Barcelona, realizó unas obras de rehabilitación, algo totalmente inusual en un edificio en desuso", comenta.

Plaza cubierta

El proyecto de Sòria y Cáceres pretende que la estructura de hierro y cristal del techo del edificio proyectado por Josep Fontseré, que representa un significativo ejemplo de la arquitectura industrial de finales de siglo pasado, pueda verse desde casi todos los puntos de la biblioteca. Para ello se evitará cualquier tipo de construcción en la nave central del edificio. "No hemos de olvidar que el Born no es un edificio, sino una plaza cubierta protegida por una especie de paraguas. Nuestro reto es convertir ese paraguas en un edificio", asegura Sòria.La futura biblioteca dispondrá de tres espacios. Una primera planta construida en las naves laterales y una planta sótano donde se realizarán actividades y en la que la luz natural no será fundamental. "Nuestra intención es que haya el menor número de divisiones posible. Queremos un espacio transparente, porque un espacio público tiene que respirar sensación de transparencia".

Para ello, en la fachada principal la pared de ladrillo será sustituida por una de cristal. "Queremos abrir el Born a la ciudad. Aunque sea una construcción permeable que deja pasar el aire, en realidad el Born es hermético, sus paredes recuerdan a los antiguos tinglados del puerto de Barcelona, que cerraban el paso hacia el mar", explica Cáceres. Las tres fachadas restantes serán opacas, porque la visión de las fachadas de las casas del entorno desvirtuaría el proyecto tal como fue pensado por Fontseré.

Aunque recalcan que su función es ponerse a disposición de los bibliotecarios, que son los que en definitiva tienen claro las necesidades de la nueva biblioteca, Cáceres y Sòria no creen que el avance de los nuevos soportes electrónicos hagan innecesarias las grandes bibliotecas. "Esta claro que en los países que se encuentran a la vanguardia de las nuevas tecnologías son los que disponen de más bibliotecas", asegura Sòria

Los dos arquitectos, a pesar de su interés porque la conservación del Born represente una manera de preservar su memoria para Barcelona, son conscientes de que el nuevo uso originará modificaciones. Y es precisamente esta cuestión lo que les ha infundido temor. "Si se instalara otro mercado la cosa sería diferente, pero una biblioteca condicionará muchos aspectos nuevos y específicos. Tenemos la sensación de que nos enfrentamos a una nueva reencarnación del Born", comenta Sòria, que cree que las dudas que les han aparecido tras saberse ganadores son un buen estímulo para hallar soluciones a los problemas que plantee el proyecto.

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