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La Generalitat apoya un microscopio de alta resolución en lugar del sincrotrón

Un microscopio de alta resolución dedicado a investigaciones de carácter biológico es el candidato mejor situado para sustituir al controvertido proyecto de construcción de una fuente de luz de sincrotrón en Barcelona. El proyecto, encallado desde hace meses por la falta de consenso entre las administraciones implicadas en su construcción y financiación, podría tener una "salida digna" en la construcción del microscopio, según la Generalitat.

El microscopio de alta resolución, señaló David Serrat, director general de Investigación de la Generalitat, podría dar cobertura a un amplio abanico de proyectos de investigación básica. El presupuesto para la construcción de la nueva instalación, añadió, se acerca a los 1.000 millones de pesetas, que serían cofinanciados durante un periodo de tres a cuatro años por la Administración catalana y la Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología (CICYT). El coste anual de mantenimiento sería del orden del 10% del coste de construcción y sería asumido a partes iguales por ambas administraciones. Serrat quiso aclarar que el nuevo equipo "no sustituye" al proyecto de construcción del sincrotrón catalán, sino que permite dejarlo "en reposo" al tiempo que se dota a la comunidad científica de un nuevo instrumento para la investigación básica. Se estima que la construcción del sincrotrón costaría 12.000 millones, con un gasto de mantenimiento de 1.000 millones de pesetas anuales. La construcción del microscopio de alta resolución, cuyo diseño ha sido dirigido por el físico Joan Bordas, el mismo que diseñó la fuente de luz de sincrotrón, queda pendiente ahora de que se ratifique el acuerdo de financiación entre las administraciones implicadas y, sobre todo, de la definición de las distintas alternativas que baraja el Ejecutivo catalán para mejorar los recursos e infraestructuras científicas de nueva construcción en Cataluña. Además de la construcción del microscopio, se prevén inversiones en el nuevo parque científico y tecnológico de Pedralbes por valor de 450 millones en los próximos tres años y el desarrollo del nuevo centro dedicado a sanidad animal, un consorcio en el que participan la Universidad Autónoma de Barcelona y el IRTA (Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria). En opinión de Serrat, la puesta en marcha de cualquiera de estos proyectos, o incluso de los tres, no hipoteca necesariamente la construcción del polémico sincrotrón. En todo caso, abundó, "representa la antesala" de un equipamiento al que "no se renuncia". Que llegue a ser una realidad es algo que depende en parte de la "política europea de grandes instalaciones" y de que, según han reiterado distintas fuentes, el proyecto pueda captar la atención de las empresas y de suficientes grupos de investigación como para que sus expectativas de funcionamiento y de retorno de las inversiones en forma de resultados de investigación sean acordes con la inversión.

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