El ensayo general de Romay para su actual modelo

José Manuel Romay Beccaría, ministro de Sanidad, prefiguró, en su etapa de consejero de la Xunta de Galicia, el modelo sanitario que ahora trata de implantar en el ámbito del Insalud mediante la conversión de los hospitales públicos en fundaciones y la creación de sociedades anónimas para la gestión de distintos servicios.El pasado miércoles, la gallega Plataforma en Defensa da Sanidade Pública acompañó con más de 20.000 firmas la presentación de una iniciativa legislativa popular, que trata de desarmar esta tendencia -"privatizadora", según los firmantes- de los servicios de salud públicos.

El modelo gallego, según la declaración de sus promotores del Partido Popular, introduce la competencia interna en el mercado sanitario, es decir, entre los hospitales públicos, y también entre éstos y los centros privados.

En función de ello, cada centro sanitario debe adoptar una personalidad jurídica propia, aunque actualmente en Galicia sólo funcionan tres hospitales comarcales con ese régimen de fundaciones: el de Verín, el de Riveira y el CEE. El de Verín, inaugurado en 1993, fue el primero de España.

Según sus críticos, los criterios economicistas determinan que en este hospital la dotación de personal, tanto especializado como auxiliar, sea menor que la de los hospitales públicos, y con la obligación de cumplir con protocolos preestablecidos de productividad. Añaden los que son contrarios a este modelo que Verín remite los enfermos más graves a la ciudad sanitaria de Ourense.

La otra singularidad gallega la concretan las sociedades anónimas (de capital público) como instrumentos de gestión hospitalaria. La más significativa es el Instituto Galego de Medicina Tecnoloxica (Medtec), que trata de evitar la escesiva rigidez del derecho público en su funcionamiento, asumiendo las pautas del derecho privado, por considerarlo más eficaz para la gestión. Sin embargo, el hospital Juan Canalejo, de A Coruña, está reconocido como el más eficiente de Galicia. Los críticos del sistema destacan que no puede haber hospitales con modelos distintos de gestión, por la disfunción que ello introduce en una asistencia sanitaria que, por principio, debe ser integrada y no condicionada por el mercado.