Europa premia la reconversión urbanística de Santiago de Compostela
Las capitales de Galicia, Cataluña y Castilla-La Mancha, galardonadas por la UE
Santiago de Compostela ha quedado consagrada como "modelo" para la reconversión urbanística de otras ciudades europeas. El Premio Urban concedido esta semana por el indepediente Consejo Europeo de Urbanistas -por cuenta de la Comisión-, tras examinar 170 proyectos, ha rendido tributo a la transformación de la capital gallega, culminada tras diez años de empeño colectivo. La conservación del casco antiguo, junto con la introducción de elementos de modernidad y la participación ciudadana, son las claves del modelo Santiago. Toledo y Barcelona obtuvieron otros galardones.
Un emocionado alcalde, Xerardo Estévez, retomaba el miércoles a Goethe, en el solemne acto de concesión del Urban, recordando que "Europa empezó a crearse cuando los peregrinos empezaron a caminar". Pero no se respiraba ambiente de anticuario. "Las ciudades históricas acostumbran a vivir del pasado, de rentas, lo difícil es romper esa dinámica", apostilló. O como lo formula el director del Plan especial de Santiago, Anxel Viña Carregal, "es posible construir diseños totalmente modernos en un contexto antiguo, siempre que eso se haga con sumo cuidado y prestando atención a los detalles".No se trata de copiar los estilos desde el historicismo nostálgico, sino de respetar materiales y encajar lo nuevo en lo antiguo (1.800 edificios del casco antiguo están protegidos). Así lo resaltó el jurado al destacar la feliz "dialéctica entre conservación y cambio, el diálogo entre cultura y economía".
Ése ha sido el primer gran logro de la capital política gallega: combinar el mantenimiento del patrimonio histórico con la modernidad. Se ha conservado el centro histórico, actualizándolo con grupos escultóricos actuales y convirtiéndolo en zona peatonal; a la par que se dignificaba y solemnizaba su zona perimetral con el levantamiento de edificios como el museo de Arte Contemporáneo (obra de Alvaro Siza), el auditorio o el polideportivo; y se aliviaba el tráfico mediante una circunvalación.
El jurado, tras inspeccionar las 26 ciudades finalistas, concluyó que Santiago -en la vertiente local- era la que mejor encajaba en los criterios del premio a la reconversión urbanística, establecidos desde su creación en 1990: mejora del entorno, impacto social "benéfico", calidad del diseño profesional y papel de los urbanistas, y capacidad de "servir como modelo para otros proyectos".
"Los proyectos ganadores revelan que el éxito de la planificación europea requiere una actitud profesional, objetivos claros y bastante paciencia", resumió la comisaria de Política Regional, Monika Wulf-Mathies.
Junto al binomio patrimonio/modernidad, la otra gran palanca de Santiago ha sido la complicidad de políticos y técnicos con la ciudadanía. La Oficina Técnica creada en 1995 para aplicar la última fase del plan reconversor aconseja a los vecinos sobre la conservación de su patrimonio. Sólo en sus dos primeros años recibió más de mil solicitudes para remozar edificios y concluyó 246 proyectos.
En la vertiente de proyectos de planificación urbana realizada por ciudades de la Unión Europea en colaboración con centros de otros países, Toledo se alzó con el galardón, gracias al plan desarrollado por la Universidad de Harvard, con apoyo de la de Castilla-La Mancha y del Ayuntamiento. En la categoría regional, venció el plan para el delta del Po, del Véneto. Y la capital catalana obtuvo el galardón al "mérito especial" por su propuesta de "infrastructuras metropolitanas y sistemas generales", en el área metropolitana de Barcelona (4,2 millones de habitantes).
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