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China y la UE se comprometen a colaborar en la estabilidad económica

Xavier Vidal-Folch

Luna de miel, aunque con muecas. Ésa ha sido la gira china del presidente de la Comisión, Jacques Santer, y los comisarios Leon Brittan e Yves-Thibault de Silguy, terminada ayer en Macao y Hong-Kong. China y la Unión Europea (UE) han forjado las bases de una "verdadera asociación global", según Santer, apoyada en la orientación de la economía hacia la estabilidad. Pero también en un "diálogo, que no enfrentamiento", sobre derechos humanos.

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Resultados políticos. Abundantes coincidencias de enfoque. Europa y China se han reconocido mutuamente, a caballo de compartir la estabilidad económico-monetaria. Ambas "disponen hoy de una renovada influencia económica y política en el mundo", dijo Santer en la Escuela Nacional de Administración. La UE "desea acompañar a China en sus reformas estableciendo una verdadera asociación global", reiteró. "China y Europa están unidas porque el mundo depende de ellas, en tiempos de incertidumbre económica global, para el liderazgo económico y la seguridad", apostilló Brittan. "El crecimiento mundial será alimentado en los próximos años por grandes regiones como las nuestras", añadió De Silguy.Igual música desde la otra parte: "China está preparada para incrementar su cooperación y diálogo con la UE y para llenar de vitalidad la relación bilateral para entrar en el próximo siglo", declaró el presidente, Jiang Zemin. "Estamos en la misma longitud de onda", añadió el alcalde de Shangai, el liberal Xu Kuangdi. "El euro mejorará nuestras relaciones y la estabilidad de la región", apostó el primer ministro, Zhu Rongji. "Debemos ir hacia un sistema multipolar, no basado sólo en el dólar", especificó el gobernador del Banco de China, Dai Xianlong, comprometiéndose a diversificar en euros sus reservas.

Pekín prometió mantener la paridad del yuan. Lo bueno no es la promesa -siempre se formula, incluso en la vigilia de una devaluación-, sino el argumentario, su propio interés: devaluar encarecería la deuda y las importaciones, que componen el 50% de sus exportaciones; deterioraría la confianza de los inversores extranjeros, esencial para el gigantesco programa de infraestructuras. "No devaluando" tras las turbulencias asiáticas, "China ha realizado una decisiva contribución a la estabilidad financiera internacional, lo que es más difícil y más formidable en momentos de crisis", agradeció Santer.

La gira culmina el otoño europeo de China, con las visitas de los líderes irlandés, Bertie Ahern; británico, Tony Blair; francés, Lionel Jospin; finlandés, Paavo Lipponen; y belga, Jean-Luc Dehaene, que mañana cierra el vicepresidente español Rodrigo Rato. "Los chinos han pasado desde el escepticismo sobre la UE y de rebanar el salchichón europeo país a país, a darse cuenta de que cabe una asociación global", valora el embajador español, Juan Leña. A Santer le han tratado como jefe de Estado: de los siete miembros de la cúpula vio a cuatro.

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Resultados concretos. Nuevas piezas para el rompecabezas de los derechos humanos, como la firma de un convenio de cooperación judicial, que permite a la Comisión -por vía discreta, el asesoramiento-, impulsar la democratización legislativa. El régimen "sigue siendo una dictadura, pero se mueve, pues la sociedad está cambiando" -describe una fuente europea-, como lo demuestran el millón de internautas, o los millones de teléfonos existentes . Otras piezas: la intensificación de los seminarios sobre derechos humanos, las promesas de investigar la detención de 40 disidentes y de reestudiar las condenas por el desaparecido "delito contrarrevolucionario". Con muecas, pero algo se mueve.

En lo económico, caló el mensaje europeo, resumido por Brittan: "Estamos en un enjuague implícito, bueno para ambos: os aceptaremos más exportaciones a cambio de que abráis más vuestro mercado". Pero el miedo a la crisis asiática y a la rebelión social modera el ritmo liberalizador. No ha habido avances en concesiones comerciales chinas para integrarse a la OMC. Europa asume que las reformas se hagan por pasos, para evitar desastres como el ruso. No ha conseguido sin embargo un calendario de medidas, aunque sí un protocolo para avanzar en aeronáutica y telecomunicaciones, y un convenio para asesorar en la adaptación a la OMC. La asociación global UE-China será una larga marcha.

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