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El SAS prevé financiar las operaciones de cambio de sexo a partir del próximo año

Luis Barbero

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) tiene previsto cubrir a partir del año próximo las operaciones de cambio de sexo que se demanden en la comunidad. Una comisión de seguimiento de la Consejería de Salud está encargada de analizar el número de transexuales que podrían demandar este nuevo servicio público, unos 150 inicialmente, así como de evaluar el coste que tendría este proyecto y en qué hospital se aplicaría. El informe definitivo con las conclusiones de la comisión, según Salud, estará listo para enero de 1999. Cada intervención costaría entre tres y cuatro millones.

El colectivo de los transexuales, personas que no se sienten identificadas con su sexo biológico y que quieren cambiarlo mediante una operación, puede encontrar a partir de ahora una salida para resolver un problema que les provoca, sobre todo, trastornos psicológicos, y, en ocasiones, de marginación. El consejero de Salud, José Luis García de Arboleya, calcula que, una vez que el proyecto salga adelante, unas 150 personas pueden demandar en la comunidad este servicio público, sobre el que hace tiempo llamó la atención el Defensor del Pueblo andaluz, José Chamizo. Una vez superado este tapón inicial, provocado por el alto coste que tienen estas intervenciones en las clínicas privadas, lo que hace que buena parte de los transexuales no puedan operarse, la Consejería de Salud prevé que los demandantes no superarán los cuatro o cinco al año. Cada intervención quirúrgica para cambiar de sexo, de acuerdo con las estimaciones que ya tiene sobre la mesa el consejero de Salud, costaría entre tres y cuatro millones de pesetas. Esto significa que para hacer frente a la demanda inicial se necesitarán entre 450 y 600 millones de pesetas, una cifra que García de Arboleya considera asumible por el departamento que dirige. Cubiertas las solicitudes iniciales, el coste al que tendría que hacer frente el Servicio Andaluz de Salud se situaría entre 15 y 20 millones de pesetas al año. La comisión de seguimiento de la Consejería de Salud, que ayer mantuvo una reunión, tendrá que decidir en los próximos meses en qué hospital andaluz se harán las intervenciones quirúrgicas, ya que el objetivo es centralizar en un solo centro médico estas operaciones. Equipo médico El equipo médico que tenga la misión de atender a los transexuales estará formado por psicólogos, endocrinólogos y los cirujanos encargados de la operación, según explicó ayer el consejero de Salud. Especial atención merecerá la atención psicológica que reciban las personas que se sometan a las operaciones de cambio de sexo. Los psicólogos harán un filtro para decidir quién debe pasar por el quirófano, después de analizar de forma puntillosa caso a caso. Los conflictos psicológicos que sufren estas personas han provocado incluso casos de suicidio, por lo que es necesario equilibrar de forma correcta los casos prioritarios. Los endocrinólogos, por su parte, tendrán la misión de regular el tratamiento hormonal al que se someterán estas personas antes de pasar de forma definitiva por el quirófano. Coincidiendo con este proyecto de la Consejería de Salud, el PSOE va a presentar próximamente una proposición no de ley en el Parlamento andaluz en la que se insta al Gobierno autonómico a cubrir financieramente estas operaciones así como a intentar paliar, en la medida de lo posible, los problemas sociales que puedan surgir a posteriori. El grupo parlamentario socialista quiere que una vez que estas personas tengan el certificado de cambio de sexo, tras la intervención quirúrgica, tanto en el Registro Civil como en su Documento Nacional de Identidad aparezca su nuevo nombre. Se trata, según explica la diputada socialista Carmen Molina, encargada de la iniciativa, de evitar contradicciones entre lo que dice el carné de identidad y el aspecto de quien ha optado por cambiar de sexo. En este punto, la Junta de Andalucía necesita que el Gobierno central promueva la reforma del Código Civil para facilitar esta inmediata adaptación, afirma Carmen Molina. Asimismo, para el PSOE, debe ser prioritario facilitar empleo a estas personas, ya que el tratamiento hormonal, con la variación de aspecto que conlleva, y el cambio de sexo pueden llevarles a una situación de marginación laboral. En este sentido, apunta Molina, ya hay contactos con la Consejería de Trabajo para allanar el camino laboral de estas personas. Los socialistas también tienen previsto convocar próximamente unas jornadas a las que acudirán varios expertos para explicar de forma fidedigna la problemática de las personas que cambian de sexo.

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Sobre la firma

Luis Barbero
Es subdirector de Actualidad de EL PAÍS, donde ha desarrollado toda su carrera profesional. Ha sido delegado en Andalucía, corresponsal en Miami, redactor jefe de Edición y ha tenido puestos de responsabilidad en distintas secciones del periódico.

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