Intelectuales, artistas y científicos defienden la pluralidad en la formación de la identidad europea

La identidad cultural en el marco europeo en construcción será necesariamente plural y permitirá la convivencia de valores antagónicos. A esta conclusión llegaron ayer la veintena de escritores, intelectuales, artistas y científicos que participaron en Bilbao en el debate Visiones de Europa, organizado por la Fundación BBV para contrastar y profundizar en los conceptos de los "protagonistas culturales" sobre la construcción europea. "Dentro de Europa, tanto a nivel individual como colectivo, los elementos no son los mismos. No sólo son distintos sino que llegan a ser antagónicos", explicó el director del proyecto Visiones de Europa, José Ignacio Oyarzabal. El profesor José Vidal-Beneyto, consejero de la UNESCO, defendió la pertenencia a una "identidad compuesta" formada por la suma de las diferentes esferas culturales en las que el individuo se integra. "No se debe utilizar la cultura como ideología, ni como arma política", puntualizó. En su opinión, debe mantenerse en la esfera personal porque si alcanza la política adquiere un carácter integrista. "Tiene que ser más una identificación europea que una identidad".El teólogo Joseba Arregi, ex consejero de Cultura del Gobierno vasco, aseguró que la identidad europea plural no se debe plantear como la convivencia de una suma de identidades. "La pluralidad no proviene de la yuxtaposición de distintas identidades culturales sino que cada una debe ser internamente plural".

La Fundación BBV inició el proyecto Visiones de Europa en 1993. Hasta ahora ha sido abordada la construcción de la nueva Europa desde el punto de vista de los líderes políticos y culturales. A lo largo de 1999 los debates tendrán a los empresarios como protagonistas, y acabarán en el 2000 con la participación de personalidades de la vida social.

En los debates sobre el futuro cultural, desarrollados en el auditorio del Museo Guggenheim, participaron personalidades de la filosofía como el alemán Heinz Wismann y el español Alejandro Llano, matemáticos como los hermanos Igor y Grichka Bogdanoff, cineastas, escritores -el vasco Bernardo Atxaga y el poeta ruso Andrey Voznesensky, entre ellos- y el científico Jean Dausset, premio Nobel de Medicina.

El contrapunto lo puso el cineasta Gonzalo Suárez, quien manifestó no sentirse preocupado por las identidades y prefirió plantear el proceso de formación de Europa como "una aventura". "Sus resultados pueden ser buenos, pero también catastróficos", dijo al término de los debates. "Así que uno se siente muy estimulado. No se sabe cómo va a acabar la película, pero la película debe hacerse ".